Fuga de cerebros
Desoladora la pérdida de principios y de respeto por los vecinos que quedamos en el Albayzín, después de sustituirnos por visitantes de fin de semana, hospedados en nuestras antiguas viviendas reconvertidas en apartamentos turísticos y, en muchos casos, obligados a compartir con ellos pasillos y portales, entradas y salidas, ruidos y jolgorios nocturnos, sin que…Continúa >>