Encierro por impago en el Centro Albayzín
El Gobierno andaluz adeuda a los trabajadores del centro de referencia nacional de artesanía ocho nóminas y dos pagas extraordinarias. Los 16 empleados se han encerrado ante el incumplimiento del compromiso de la Junta.
Leer a Álvaro Calleja en GranadaiMedia, 29-12-2014
Los 16 trabajadores del Centro Albayzín han puesto fin al encierro de 24 horas en las instalaciones del edificio donde se imparten talleres, en la Placeta de la Concepción, por el impago de las últimas ocho nóminas más dos pagas extraordinarias que les adeuda la Junta de Andalucía. Los profesores y monitores del centro han decidido pasar la Nochevieja en casa con sus familias a la espera de que la administración autonómica abone sus nóminas. Desde la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía en Sevilla se les ha solicitado hoy por teléfono el envío de un documento para saldar la deuda, que guarda relación con las subvenciones que obtuvieron el pasado mes de marzo y que ya entregaron en su momento.
Aunque les han llegado comentarios de que en cuestión de días puede estar solventado el problema, los afectados no acaban de creérselo. El compromiso del Gobierno andaluz era que cobrasen la totalidad o parte de sus sueldos antes de final de año, según explicó ayer Francisco Tejero, delegado de UGT en el Centro Albayzín y responsable de impartir cursos en materia de restauración. “Te dicen que te van a pagar y luego no es así. Es un mazazo que anímicamente te hunde”, afirmaba el lunes Tejero, quien calificaba de “insostenible” la situación de los trabajadores del “centro nacional de referencia de artesanía”, como en más de una ocasión lo han definido los responsables de la Junta de Andalucía.
Además de los sueldos correspondientes a las subvenciones que se han concedido para los cursos impartidos en 2012/2013 y parte de 2013/2014, se adeudan las becas al alumnado, el material suministrado por los proveedores y la seguridad social de los trabajadores. Según la estimación de la propia delegada de Educación y Cultura en Granada, Ana Gámez, la deuda global asciende a unos 800.000 euros que espera que se resuelva con prontitud, si bien se mostró “prudente” y no quiso dar fechas “por respeto y para no generar falsas expectativas”.
El único contacto que los trabajadores han mantenido esta mañana, más allá del requerimiento hecho desde Sevilla para cumplimentar la documentación, ha sido con concejales socialistas del Ayuntamiento de Granada, entre los que se encontraba el portavoz Francisco Cuenca, quien les ha trasladado su solidaridad y se ha interesado por sus situaciones personales.
La deuda contraída pone en peligro el inicio del curso el próximo 7 de enero, que debió empezar el pasado mes de septiembre y por el que ya se han interesado más de 200 alumnos. Ayer la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, afirmó que el curso arrancará en enero pero sin detallar el día concreto. Para ello es necesario que se formalice el nuevo modelo de gestión y “limpiar” de deudas.
A finales de octubre, con motivo de la presentación del presupuesto de 2015, la delegada del Gobierno andaluz en Granada, Sandra García, aseguraba que existía el compromiso de abonar antes de que finalizara el año una parte de la deuda pendiente, además de incluir en los Presupuestos de 2015 una partida de algo más de un millón de euros para normalizar la situación de los 16 trabajadores y garantizar su oferta formativa. “Hemos llegado a un límite, la situación es crítica y ya no podemos tirar de los amigos o familia que nos han ayudado en este tiempo”, confesaba Tejero. En las instalaciones situadas en el barrio de Almanjáyar, en la calle Santiago de la Espada, donde se realizan algunos de los talleres, se ha cortado la luz por impago.
La enseñanza que se imparten en los distintos cursos está considerada de “excelencia” porque permite al alumnado realizar prácticas en disciplinas artesanales muy variadas. El Centro Albayzín destaca por su enseñanza en materias tan variopintas como el vidrio, la cerámica, fabricación, reparación y afinación de instrumentos musicales, restauración de tapices y alfombras, recuperación de madera en mobiliario antiguo, o la reforma de bienes inmuebles con valor artístico y cultural. Entre los últimos trabajos del alumnado figuran las intervenciones en las iglesias de Íllora y la Zubia, en la portada de la Casa Zafra y en el Convento de la Concepción.
La delegada de Educación admitió el lunes que el Gobierno andaluz ha incumplido su compromiso de abonar la deuda antes de final de año debido a la complejidad del proceso de cambio de modelo de gestión. El plan del gobierno andaluz pasa por disolver los consorcios andaluces y que las escuelas como el Centro Albayzín se gestionen desde la Agencia Pública Andaluza para la Educación y la Formación (antes Ente Público Andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos). La idea es que no dependan de la línea de subvenciones que se repartían desde las administraciones sino que sea la Consejería de Educación la que asuma su financiación, con acuerdos de colaboración con empresas y las entidades locales.
“No ha sido fácil porque hemos tenido que liquidar el consorcio para garantizar la formación y la estabilidad laboral del profesorado”, argumentaba Gámez, quien veía posible arrancar el curso el 7 de enero tras hacer frente al embargo de Hacienda por impago de la seguridad social de los trabajadores, a la nómina a los trabajadores, la deuda con los proveedores y las becas al alumnado.
El lunes el concejal de IU Francisco Puentedura Anllo y la parlamentaria andaluza de esta misma formación, María del Carmen Pérez, se reunieron con los encerrados para mostrarles su solidaridad. En un comunicado, IU ha pedido a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Granada el pago de las nóminas a los trabajadores y la continuidad de su actividad. María del Carmen Pérez se ha comprometido con los trabajadores a registrar iniciativas en el Parlamento Andaluz para que el consejero de Educación, Luciano Alonso, “rinda cuentas y dé explicaciones por estas deudas que están ahogando al Centro Albayzín”.
Por su parte, Puentedura considera que el Ayuntamiento “no puede mirar para otro lado ante la situación dramática que viven estos trabajadores”. El Ayuntamiento tiene un 20% de participación en el consorcio que gestiona el centro pero está previsto que, con la puesta en marcha del nuevo modelo de gestión, abandone dicho órgano.
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