En numerosas ocasiones hemos denunciado la ocupación abusiva del espacio público con terrazas o mercancías. La apertura de un bar en la plaza Santa Ana, continuación de Plaza Nueva, limita aún más un entorno ya sobrecargado de terrazas y chiringuitos, que además suponen una contaminación visual al limitar las vistas de unos elementos patrimoniales.
Una vez más queda claro el interés de los regidores municipales por sacar rentas fáciles con el turismo y las tasas de ocupación de la vía pública, en detrimento de los valores patrimoniales, pese a todas las declaraciones en favor del patrimonio.
Esta nueva terraza supone perder unas importantes perspectivas de la Carrera del Darro, de Plaza Nueva, de la Chancillería, de la Alhambra,… con independencia de los dos pasillos laterales, claramente insuficientes para un tránsito peatonal que debería ser prioritario, y más en este entorno.
