PRENSA: Inundan el Albaicín de pintadas contra el desalojo de las cuevas de San Miguel
El cerro de san Miguel o el del Avellano sufren el deterioro de quienes invaden estos espacios verdes, que queremos para el disfrute de todos y no para la apropiación de unos pocos, que además ante la posibilidad de tener que abandonarlos, tampoco les importa deteriorar con sus pintadas otros espacios monumentales del barrio, el Arco de las Pesas, la muralla nazarí,…
El proyecto para convertir el cerro de San Miguel alto en un parque verde y la orden judicial para desalojar las cuevas de la fuente del Avellano ha indignado a los okupas que, además de convocar una manifestación que discurrió por las calles del centro el pasado 11 de mayo, ha inundado el patrimonio del Albaicín con una proclama: «Cuevas resiste».
Leer en Ideal, 15-05-2019
Los muros de los preciados Bienes de Interés Cultural (BIC) de la ciudad han adquirido un discurso panfletario. La tinta negra invade ahora los puntos más característicos del barrio, que cumple sus bodas de plata como Patrimonio Mundial. Ni las cámaras del Arco de las Pesas han conseguido disuadir al autor que se ha cebado con los tesoros más preciados de los albaicineros. El Arco de las Pesas, la muralla zirí a la altura de San Miguel alto, el aljibe de San Gregorio, la carretera de Murcia o la calle Gumiel de San Pedro son algunos de los espacios más emblemáticos que ha ocupado este vándalo.
Las cámaras instaladas en el Arco de las Pesas registraron a un hombre de entre 20 y 25 años de edad pintando a la una y media de la madrugada el pasado viernes. Los agentes piden colaboración para encontrar al grafitero- buscan a un encapuchado de complexión normal con camiseta de camuflaje y pantalón oscuro-. Al vándalo se le atribuyen también las pintadas que aparecieron en los días posteriores en el resto del barrio. Las imágenes recogidas por las cámaras están en manos de la unidad policial judicial que investiga los hechos. Fuentes de la Policía Local consideran que la caligrafía de todos los grafitis coincide y se le atribuyen al mismo autor. La misma fuente asegura que, a pesar de que el hombre iba tapado, darán con él por su reincidencia. Para ello, los agentes cotejarán la grafía con los registros fotográficos de pintadas previas. Por su parte, el Ayuntamiento de Granada, a través del área de Urbanismo y Medio Ambiente, ha notificado el daño al patrimonio a la Junta de Andalucía. La administración andaluza se hará cargo de las tareas de limpieza o delegará la tarea en el Consistorio.
El Arco de las Pesas y la muralla zirí son unos de los puntos más castigados por la aparición de los grafitis. La delegación de Cultura de la Junta restauró la puerta del Albaicín y eliminó las pintadas que asolaban el arco sin dejar hueco libre en el año 2017. Desde entonces ha sufrido ataques puntuales. En cambio, la muralla de San Miguel alto, que es competencia del ministerio, ha sufrido varios derrumbes y los residentes denuncian su estado de «dejadez». «Los vecinos estamos hartos de ver cómo empeora el barrio. Los graffitis son un perjuicio para el patrimonio que también redunda en el daño económico de todos los granadinos. Es un atentado contra los monumentos. Las paredes del barrio no son panfletos», lamenta Lola Boloix, presidenta de la asociación de vecinos.
Sanciones
La ordenanza municipal es restrictiva con las pintadas que se realizan en el transporte público o las fachadas de los edificios institucionales. Pintarrajear la ciudad se considera una infracción grave con multas que oscilan entre los 751 euros y los 1.500. Sin embargo, dañar un bien catalogado, está tipificado penalmente como una infracción muy grave multada con una sanción de entre 1.500 y 3.000 euros. Los autores del daño al patrimonio serán puesto a disposición judicial. Los grafitis que se realicen en el Albaicín implican un delito contra el patrimonio. Los monumentos considerados BIC tienen una servidumbre de 200 metros de protección, de modo que casi todo el barrio está protegido.
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