Se lleva trabajando desde 1996 para tratar de erradicar este problema. En las últimas fechas se han intensificado las intervenciones
Leer en Granada Hoy, 25-05-2017
La ocupación de las conocidas cuevas de San Miguel es uno de los principales problemas sociales con los que cuenta Granada, que se han intensificado durante los últimos años, e incluso se ha extendido a los barrancos de los Naranjos, de los Negros, y al entorno de la Fuente del Avellano. Muchas de estas estructuras están ocupadas por familias con niños, pero se encuentran en condiciones inhabitables, ya que corren riesgo de derrumbe.
Con el deseo de abordar esta temática y buscar soluciones, la Concejalía de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Granada mantuvo una reunión a la que se invitó a asociaciones de vecinos, así como a todos los grupos políticos, para indicar cuál será el calendario a seguir a partir de ahora. Sin embargo, pese a que este problema se ha intensificado durante los últimos años en los que muchas familias itinerantes han pasado a instalarse en las cuevas, es algo con lo que se lleva lidiando «y trabajando desde el año 1996», tal y como explicó la concejal encargada de este área, Jemi Sánchez.
En este sentido, Jemi Sánchez explicó que «existen muchos niños que aún no están ni escolarizados, por lo que están interviniendo los servicios sociales de emergencia, pero pese a ello necesitamos más colaboración». Este fue uno de los aspectos que se abordaron durante la reunión, de la que el portavoz de Izquierda Unida, Francisco Puentedura, expresó que «es necesario que se avance de forma significativa» en dar soluciones a estos problemas.
En cuanto a la asistencia policial en la zona, el portavoz de IU consideró necesaria «la presencia policial cuando se reclama, incluso por los propios moradores, ante actitudes incívicas de algunos de ellos», algo que ocurrió el pasado martes cuando dos jóvenes fueron detenidos como presuntos autores del incendio de una cueva del Barranco de Valparaíso.
Así, el portavoz de IU solicitó al actual equipo de gobierno «medidas inmediatas» que permitan regenerar el entorno de las cuevas del Sacromonte. Puentedura recordó que este entorno «está protegido como suelo no urbanizable en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)», por lo que solicitó «de forma urgente, la actualización del Plan Especial de Protección y Reforma Interior Albaicín, para evitar cualquier uso hostelero o especulativo» de la zona.
En 2016 se reubicó a un anciano cuya salud corría peligro
