PRENSA: Una exposición recorre la historia de los gitanos del Sacromonte en los 60
La muestra está compuesta por más de 30 fotografías cedidas por el sociólogo Jean Pierre Liégeois
El Centro Sociocultural Gitano Andaluz (CSGA), de Granada, acoge desde este lunes la muestra fotográfica ‘Gitanos de Granada: Sacromonte en la década de los 60‘. La exposición, que estará vigente hasta el 21 de mayo, está compuesta por más de 30 fotografías en blanco y negro cedidas por el sociólogo francés Jean Pierre Liégois, ex profesor de la Universidad René Descartes en Paris.
La iniciativa se enmarca dentro de las actividades propias que organiza el CSGA tras el impulso que ha recibido por parte de la Delegación de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, con el objetivo de promocionar y dinamizar sus proyectos, así como servir de instrumento para fomentar los valores de la cultura gitana y conocer su contribución al acervo cultural andaluz.
El delegado de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Granada, Manuel Montalvo, ha afirmado durante la inauguración que con esta exposición se quiere dar a conocer «no solo los rostros de las personas que vivían en este asentamiento de la ciudad en 1966», sino también los oficios que algunos de ellos realizaban, las vistas panorámicas que ofrece el Sacromonte y las famosas zambras de María la Canastera o la Golondrina.
Según el delegado, en estos espacios las mujeres gitanas «cantaban de manera inigualable» los Tangos del Sacromonte y bailaban la Cachuca, la Alboreá y la Mosca, convirtiéndose así en «pilares de transmisión de las costumbres y los valores culturales del pueblo gitano en Granada”.
Ha destacado, además, que el Sacromonte «ha permanecido y existirá en la memoria de todos por el arraigo y la fuerte identidad que los gitanos imprimieron, respetando sus valores, costumbres, folklore y gastronomía». «Convirtiéndolo, en definitiva, en un lugar de embrujo, duende y magia”, ha agregado.
A la inauguración de la muestra han asistido Jean Pierre Liégeois, autor de las fotografías, así como algunas de las personas a las que retrató en 1966 y a las que el cantaor Curro Albaicín ha podido identificar gracias a su exhaustivo trabajo de recopilación de datos sobre la historia del Sacromonte.
“Hay historiadores que han conseguido racionalizar el conocimiento y dar luz a todo lo que ocurría con el pueblo gitano y estas primeras etapas de mi investigación tanto en Granada como en Guadix para mi fueron fundamentales porque luego he podido seguir leyendo y formándome en la universidad sobre ello”, ha explicado antes de añadir que esta exposición «puede ser el primer paso» para más acontecimientos en términos de encontrar a las personas fotografiadas o a sus descendientes.
La presencia de los gitanos en la ciudad
Según los documentos históricos y los libros de bautismo y esponsorios de diferentes parroquias granadinas como la de Santa Escolástica o San Ildefonso, la presencia de gitanos en Granada data del 1530.
Es en estas fechas cuando aparecen los apellidos Maya, Heredia o Cortés. Estas familias se aposentaron en lugares como la Cuesta de la Cava y San Cristóbal. En el barrio de Sacromonte se instalaron a raíz de la construcción de la Abadía un siglo más tarde, en el XVII, lugar en el que los gitanos comenzaron a ofrecer a los viandantes que iban hacia Guadix sus trabajos en la fragua, como herreros, canasteros o tratantes de ganado. No es hasta el 1607 cuando queda registrada la presencia de gitanos en la ciudad como participantes de las procesiones del Santísimo Corpus Christi haciendo espectáculos de danza.
En el siglo XIX ya existen documentos escritos en los que autores como Alejandro Dumas y Carlos Davillier hacen referencia al baile de los gitanos en el Sacromonte, produciéndose un punto de inflexión a mediados del siglo XX en el que este barrio de Granada vive su edad de oro gracias a la cantidad de turistas que acudían para verlos.
El barrio disfrutó así de una reconocida fama internacional por sus cuevas, sus zambras y artistas como Curro Albaicín, Manolete y su esposa Dolores, Gabriel Fernández y su esposa María Cortes, Enrique el Canastero y otros muchos.
En 1963 y como consecuencia de las lluvias torrenciales y la inundación y hundimiento de algunas de las cuevas, los gitanos del Sacromonte se ven obligados a realojarse en barracones en el barrio de La Chana, quedando totalmente desintegrada su unidad.
Curro Albaicín ha comentado que el Sacromonte «dejó de ser lo que era» tras las inundaciones porque «gran parte de su gente se desperdigó por diferentes zonas de Granada, y nunca volvieron”. Tres años más tarde, en 1966 y después de la vuelta de algunos de los gitanos a su zona de origen, Jean Pierre Liégeois documentó la vida de los gitanos y las gitanas en las calles del Sacromonte.
0 Comentario