Imbornales atorados en numerosas calles del Albayzín
Cada vez que llueve se pone de manifiesto el escaso, casi nulo, seguimiento de los imbornales por parte de Emasagra, responsable del saneamiento de la ciudad. Muchos ni siquiera son recientes viendo las hierbas que han crecido en ellos.
Las lluvias de estos días de diciembre nos dejan estas imágenes de imbornales cegados por arenas, barro, basuras, hojas,… que impiden la evacuación de las aguas pluviales y van aumentando el caudal de las mismas a lo largo de la calle o cuando desembocan en otras, provocando charcos y dificultando el tránsito.
El algunas calles los imbornales atorados, como en María la Miel, La Tiña,… llegan a superar el 90 % de los mismos.
En la imagen superior uno de los imbornales en María la Miel, y en la siguiente imagen dos imbornales juntos en el cruce del Camino de San Nicolás y María la Miel, uno atorado y el otro limpio.
Algunos se han convertido en «macetas» callejeras con sus plantitas y su hierba.
Imbornal en la calle María la Miel
Imbornal en calle La Tiña
Imbornal en la calle Muladar de Doña Sancha
Imbornal en la Cuesta San Gregorio
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