29 de enero de 2018
Pintadas, el cuento de nunca acabar
Mientras una cuadrilla municipal se dedica a pintar muros o fachadas con pintadas, algunos vándalos siguen sin parar utilizando el espacio público para mostrar sus «ocurrencias» y dejarnos a todos la «mancha» de sus pintadas. Poco les importa que haya sido limpiada o que sea un monumento como la muralla.
Pintada en calle Serrano
Pintada en Cuesta de San Gregorio
Pintada en Molino de la Corteza de San Andrés
Pintada en el Camino de San Miguel Alto
También se utiliza cualquier otro espacio para poner sus garabatos, como este caso del transformador del Carril de San Agustín:
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