11 de enero de 2016
Pintada en la misma puerta del aljibe de Zenete
El daño que están ocasionando al barrio las personas que se dedican a pintar indiscriminadamente, desde alminares a murallas del siglo XI, hasta este último atentado ocurrido, como todos, aprovechando la soledad del entorno.
Oímos opiniones a favor de la pintura callejera, pero suponemos que no en espacios y monumentos con X siglos que, todavía, se mantienen y nos legan su memoria.
Seguimos considerando un verdadero atentado a la cultura pintar y deteriorar de este modo, por ejemplo, esta entrada de un aljibe.
Eso se puede perpetrar en cualquier sitio, lo mismo que las meadas y demás, que ha dejado más abajo.
Vamos ya, no cometan más delitos y pinten, si es su deseo, pero en otro sitio.
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