Comedor de Auxilio de Invierno
Este comedor de Auxilio de Invierno (San Gregorio Alto, esquina Pagés) se vio frecuentado por muchos vencidos obligados a aceptar la caridad del régimen
Mapa de la Memoria Histórica de Granada
El 6 de mayo de 1937 se inauguró el segundo hogar de Auxilio de Invierno de Granada en el barrio del Albayzín. No fue ocioso el emplazamiento elegido para un centro de asistencia al que, en su gran mayoría, acudían familiares de vencidos. Tampoco lo fue que la prensa destacara el espíritu de confraternidad social y de exaltación de los nuevos principios que informan el movimiento regenerador de España que había predominado en la inauguración. Nada se dejó a la improvisación. Su exterior decorado con una enorme franja azul, ofrecía las singularidades propias de la arquitectura popular del viejo barrio. Su interior, en cambio había sido ornamentado de acuerdo con las características decorativas del granadinismo más puro. A la entrada aparecían las banderas de Falange y nacional entrelazadas con un yugo y unas flechas, junto al que se situaba la escultura de un niño Jesús, salvado de las llamas provocadas por pasados brotes de iconoclastia, procedente del Convento de las Tomasas. En otra de las paredes se habían situado cacharros de cobre y cerámica típica granadina. La combinación de lo folklórico, lo religioso y lo nacional quedaba confirmada por las macetas que adornaban el balcón con geranios, espilistras y otras plantas propias de la región. El comedor, con capacidad para 100 niños, había sido adaptado a las necesidades de los más pequeños por su diseñador, el arquitecto Francisco Prieto Moreno.
El párroco de la iglesia del Salvador, devastada por las llamas en marzo de 1936 como consecuencia de un episodio anticlerical, fue el encargado de bendecir el nuevo local del Albayzín en un acto en el que se dieron cita las principales autoridades municipales y las jerarquías del partido único en la capital. A continuación, el delegado de Auxilio de Invierno, José Palacios y Ruiz de Almodóvar, pronunció un discurso en el que ensalzó la doble tarea alimentar y educar que informaba el espíritu de la institución. Seguidamente,, y tras la interpretación de los himnos de FET de las JONS y nacional por parte de una banda de música, se celebró una comida abundante, probatoria del pan blanco que Franco ofrecía a todos los españoles.
Fuentes y bibliografía:
Ideal, 7-5-1937
0 Comentario