La Alhambra pide extender su área al Valle del Darro y al Sacromonte
En el informe presentado a la Unesco el Patronato anuncia que su línea de trabajo inmediata pasa por la protección del paisaje con la inclusión en su perímetro del entorno del río
Beatriz Rico
Hace ya bastantes décadas que la restauración de monumentos rechaza la reconstrucción entre sus pautas de trabajo. El último paso ha sido incluir la valoración del paisaje entre sus prioridades. No se entiende ya el edificio descontextualizado de su entorno, y esa es la línea de actuación de la Alhambra desde hace tiempo con sus intervenciones en la Silla del Moro o la Acequia Real. Pero ahora ha dado un paso más y pretende incluir el Sacromonte y el Valle del Darro en su zona de protección paisajística. Ese es el principal objetivo que el Patronato de la Alhambra y el Generalife ha apuntado en el informe de la conservación que ha presentado a la Unesco a los 30 años de su declaración como Patrimonio de la Humanidad. «Hemos cumplido con los objetivos que marcaba el propio informe y ahora estamos impulsando un aspecto nuevo que es el de la valoración del paisaje de la Alhambra que la Unesco está viendo con muy buenos ojos». Sobre esta cuestión aclara que «en el informe sólo se ha dejado apuntada esta propuesta, porque no es objeto de las cuestiones del documento en sí que está lleno de aspectos técnicos sobre la conservación pero hay un capítulo de observaciones en el que los centros proponemos cual ha sido el pasado, cual es el presente y cual será el futuro». «Nosotros hemos aportado una línea de trabajo que ya es un presente: la valoración paisajística en su dimensión territorial de tal modo que la idea del XIX de bellos palacios se integre en un contexto de territorio de ciudad palatina. Pero también hay una serie de estructuras en un área periurbana», explica Villafranca, quien añade que la Alhambra está apostando por realizar excavaciones para conocer mejor y poner en valor hitos como la Silla del Moro o la Acequia Real, de la que cada año se recupera un tramo. «Apuntamos hacia una dimensión más paisajística pero también más de disfrute ciudadano de ese territorio que debe ser entendido de un modo distinto a como lo percibimos ahora mismo. No puede ser una zona periurbana cualquiera de la ciudad sino el Parque Cultural de la Alhambra «. Esta línea de trabajo incluye El Patronato plantea ampliar su radio de protección. El monumento duplica su presupuesto La directora del Patronato destaca de la valoración que sus diez años de gestión al frente del monumento nazarí que ha logrado aumentar el monumento. «Desde el año 2004, que el presupuesto de la Alhambra era de 13 millones y pico, a este año, que es casi de 27, lo hemos duplicado», destaca Villafranca, quien señala la importancia de este logro «con el mismo número de visitantes y habiendo subido sólo un euro las entradas». «Eso significa que hemos ampliado la capacidad de ingresos de la Alhambra con toda una serie de servicios que antes no estaban o se gestionaban de un modo menos optimizable». En este sentido destacan las tiendas, que «están dando unos beneficios importantes». Y «la diversificación de las entradas», porque que hay «una gran variedad de precios para todos los públicos, como el canon de apertura a puerta cerrada, que este año es 4.000 pero ha estado siendo 3.000 hasta el año pasado y que esto nadie antes lo explotaba». también el Valle del Darro. «Es el elemento orográfico desde el que se toma el agua y todo ese recorrido que el hombre ha hecho por él a lo largo de la historia es una característica para proponerlo junto con el Sacromonte dentro de la ampliación del área buffer, el área de protección del Patrimonio Mundial de la Alhambra y el Albaicín». El informe no incluye los datos de los metros cuadrados que se ampliaría el área de protección, tan solo que la propuesta de inclusión de la Alhambra y el Albaicín. «No es la primera vez que menciono la cuestión. Lo adelanté en las jornadas del Valle del Darro y lo volví a proponer en Asamblea de Paisajes. La Consejería de Cultura está incoando el expediente de la declaración de BIC. El Sacromonte es BIC pero el Valle del Darro no. Como el Flamenco ha sido declaro Patrimonio Cultural y es parte de la actividad inmaterial asociada a esa zona tiene un aval más», detalla la directora del Patronato. Sobre el documento presentado a la Unesco, Villafranca explica que el trabajo de recopilación de datos ha sido arduo y se ha prolongado desde principios de año hasta ahora. «Rellenarlo ha costado un poco porque tiene demasiadas preguntas y da cuenta de la actualización que la propio Unesco quiere llevar a cabo en esos informes». «Se han trasladado los ejes de trabajo, principales actuaciones y cronograma de tiempos que se ha prolongado hasta el año 2020», señala sobre las cuestiones que se han detallado dentro de los datos del plan de gestión. Sobre las cuestiones de conservación, la directora explica que es un aspecto que tienen «bastante bien organizado» y en el que destacan de forma muy especial las labores preventivas que desarrollan en sus talleres. Villafranca también apunta que el Patronato ha tenido que elaborar el informe conjuntamente con el Albaicín, aunque también haya cuestiones diferenciadas. «Por ejemplo hay que cotejar las medidas dispuestas para la difusión y otros aspectos inherentes a los bienes culturales, como la conservación, que es lo que a la Unesco más le interesa. En el sentido de la difusión se pregunta, como novedad, si hay mecanismos de participación. Nosotros tenemos el proyecto La Alhambra Educa o La Alhambra más cerca, y todo eso la Unesco lo valora mucho». «Nuestros indicadores son buenos pero los del Albaicín no lo son tanto y hay que hacer una media ponderada. En el punto de observación, hay que explicar que el dato que se da es ponderado y que el de la Alhambra es el que es diferente, y se declara», matiza la directora sobre uno de los aspectos técnicos que resultan más controvertidos de este informe técnico, que no será en cualquier caso aprobado hasta el año que viene.
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