Primero fue un chisporroteo, luego el olor a quemado y, después de avisar a la empresa suministradora de la electricidad, hace ya unas semanas, el cable sigue así, dispuesto a darnos otro susto en cualquier momento. El peligro está al alcance de la mano, el deterioro del cableado da vergüenza y la empresa suministradora sigue...
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