La incómoda visita de un helicóptero pone en jaque a vecinos y turistas
El Patronato de la Alhambra se ha quejado formalmente ante las autoridades aéreas por la presencia de la aeronave a baja altura
Leer en Ideal, 14-01-2016
Imaginen la escena. Abrir la ventana tras escuchar un ruido raro y toparse de frente, casi al alcance de la mano, con un helicóptero que sobrevuela su cabeza. Asusta, por utilizar un término políticamente correcto. «Fue realmente angustioso; daba la sensación de que se estaba cayendo», relata aún con el cuerpo cortado la presidenta de la Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín, Lola Boloix. Los residentes de la zona, amén de los turistas que visitaban por la mañana la Alhambra, se vieron obligados a convivir el pasado martes -y de nuevo ayer, aunque con menos virulencia- con un molesto visitante que surcó los cielos muy cerca del suelo. Durante más de tres horas, la aeronave puso en jaque a todos los residentes. «Los vecinos empezaron a llamarme para ver qué pasaba. Una de ellas abrió la ventana y lo tenía casi en la terraza», cuenta.
La visita del misterioso ‘pájaro’ a motor comenzó a correr como la pólvora por las redes sociales. La asociación vecinal se quejaba de que volaba muy bajo, del ruido y de las vibraciones de las ventanas y pedía información a todos las autoridades. Fue la concejala de Movilidad y Protección Ciudadana, María Francés, vía Twitter, quien despejaba la incógnita del helicóptero. «Averiguado. Están grabando un documental. Tienen plan de vuelo autorizado por el Aeropuerto. ¡Todo correcto!». De igual manera, con un ‘tuit’, la Policía Nacional confirmaba que «había hecho unas filmaciones sobre la Alhambra y el Albayzin para un reportaje».
Según explica la concejala, cuando los vecinos pusieron en alerta sobre la presencia de este incómodo helicóptero, la propia Policía Local se puso en contacto con los controladores aéreos para advertir de las molestias. Al parecer, ayer, segundo día de rodaje, el vuelo fue más corto y a mayor distancia de las viviendas, relata Lola Boloix, quien afirma con contundencia: «Para grabar unas imágenes no pueden molestar tanto».
Pero el daño ya estaba hecho. El propio Patronato de la Alhambra remitió ayer sendos escritos tanto a la Dirección General de Aviación Civil como a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea manifestando su disconformidad con el vuelo por varias razones: porque alteró el desarrollo de las visitas al monumento por el margen de altura mínima, por motivos «evidentes» de seguridad ciudadana y por la propia conservación del patrimonio histórico.
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