El nuevo Plan Estratégico fija los principales retos para los próximos cinco años y se propone convertir a la capital en un espacio participativo que pivote en torno a sus vecinos
Leer en Granada Hoy, 19-07-2015
Granada 2015. Una ciudad de 8.970 hectáreas en la que habitan 237.540 personas y que pierde cada año unos 600 habitantes. Una ciudad con una debilidad manifiesta ante la fuerte dependencia del sector servicios, la segunda con menor peso industrial de toda Andalucía y con una tasa de paro cercana al 30%. Granada, una ciudad en la que el 30% de la población o no tiene estudios o solo ha superado el primer grado.
Granada, una ciudad con un 26,3% de población con estudios universitarios. La tercera ciudad más fotografiada del mundo… Y así hasta 600 folios de análisis donde el Consejo Social de Granada desnuda a la ciudad para intentar volver a vestirla, no con harapos, sino con la decencia que merece una tierra histórica que rezuma abundancia. Con este propósito, el Consejo Social ha terminado su plan estratégico 2020 que lleva por lema ‘Haciendo humano lo urbano’ y con el que pretende poner los cimientos del futuro desarrollo de la ciudad durante los próximos cinco años.
El trabajo, liderado por Francisco Martín-Recuerda, retoma la labor que se había hecho bajo la batuta de Antonio Campos allá por el año 2007 y que la crisis postró a expensas de que llegaran tiempos mejores. Ahora el documento vuelve a marcar los principales retos de futuro y vuelve a instar al entendimiento político para poder abordar proyectos vitales para la ciudad «desde la unión y la concordia», expresa confiado Martín-Recuerda.
El contenido del Plan Estratégico se resume en 83 acciones que se engloban en 6 líneas estratégicas. Para resolver cuáles son las preocupaciones de los granadinos el Consejo Social ha mantenido reuniones con todos sus integrantes: UGR, Confederación de Empresarios, colegios profesionales, entidades financieras, sindicatos, asociaciones de vecinos, de consumidores… y con la unidad de planificación estratégica, compuesta por representantes de las principales áreas del Ayuntamiento.
El resultado: 6 grandes líneas estratégicas (Gobernanza, Ciudad Sostenible, Competitividad y Desarrollo Económico, Granada Ciudad Cultural, Innovación social y Granada Smart City) que, de llevarse a cabo, transformarían la ciudad en apenas un lustro. Para ello, el sesudo informe tendrá que superar dos importantes escollos: de un lado el inmovilismo y el enredo que acompañan a Granada en toda decisión que suponga un cambio y, de otro, la penuria económica que se asocia a las cuentas municipales desde el inicio de la crisis. Por tener una idea, el escenario más realista dice que poner en marcha todas las medidas necesarias que el plan contempla tiene un coste de 28 millones de euros en cinco años. En un escenario optimista el gasto ascendería a 137 millones y en un gasto intermedio se quedaría en 64.
Pero vayamos a lo concreto, al contenido del plan que ha querido plasmar el escenario deseable con el que todos los granadinos sueñan. Para empezar, los ciudadanos reclaman transparencia en su administración más cercana. Y es que pese a ser un mandato constitucional el término había estado bastante olvidado hasta ahora. En este primer eje, el de la Gobernanza, se propone crear una inspección de servicios en el Ayuntamiento que se encargue de cuestiones de organización racional, elaborar una ordenanza de transparencia, crear un portal de gobierno abierto, crear un departamento específico en el Ayuntamiento para tratar los temas universitarios en la ciudad y un portal del universitario donde se recojan las necesidades de los estudiantes.
Actualmente la participación ciudadana constituye una de las debilidades de la ciudad. Dice el plan estratégico que solo el 5% de los granadinos está asociado a algún movimiento vecinal y que no hay renovación porque los jóvenes no están incorporados a la vida de los barrios. «La excesiva politización de éstas asociaciones las han identificado como espacios de reivindicación política», reconoce el plan, por lo que se propone crear un foro de opinión virtual sobre las temáticas de la ciudad, una agenda virtual de eventos y un barómetro que permita a los vecinos valorar los servicios municipales. Esto solo para empezar.
Turismo, salud y conocimiento: fórmula de éxito
El documento sienta las bases para que el granadino se sienta orgulloso de su ciudad y el foráneo vuelva
El atraso histórico que sufre Granada en materia de infraestructuras tiene, como no, reflejo en el amplio documento del Consejo Social. Para empezar, el informe alerta de la «alarmante» situación de la movilidad entre el Área Metropolitana y la ciudad. «A pesar de los movimientos poblacionales en beneficio del Cinturón no se ha actuado en mejorar las infraestructuras viarias correspondientes a los accesos a la ciudad», relata el plan. La propuesta: una mesa de trabajo con todas las administraciones y un plan de accesos a Granada.
El Metro lidera otro de los puntos del eje 2 alertando de que aún no se tiene claramente definida la finalización de las obras y la puesta en marcha del Metro así como su viabilidad económica al pasar de los 276 millones previstos inicialmente a los 559. De ahí que planteen solicitar a la Junta un modelo de gestión que permita su viabilidad, que se den a conocer los estudios de demanda o establecer ya los precios del billete.
Y vamos con el AVE. Para empezar, reivindican que es necesario tener una estación de tren acorde a la imagen turística de Granada. Añaden que pedirán al Ministerio de Fomento la realización de un proyecto que permita la integración de la vía del tren en la ciudad a su paso por La Chana minimizando el impacto del ferrocarril y plantearán la llegada de la Alta Velocidad con el uso compartido del transporte de pasajeros y las mercancías, favoreciendo que Granada se convierta en un nudo logístico de primer orden «y no de segundo como plantea la estrategia logística de España». Puestos a pedir reivindicarán la autovía entre Badajoz-Espiel-Granada, la futura A-81, la construcción de una nueva infraestructura interurbana: la autovía de acceso a Granada GR-43, inversiones en la variante de Ventas de Algarra y Granada y en la circunvalación exterior de Granada A-44. Aunque parezca inabordable económicamente, todo esto está ya contemplado en el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2014. Queda hacerlo.
No podía olvidarse el Consejo Social del Albaicín, el Sacromonte y la Alhambra. «Hay una situación de gestión complicada que ha provocado que el Albaicín sea uno de los barrios con una mayor problemática social, económica, cultural y ambiental». Para paliar esta situación sugieren que se promueven políticas para recuperar la población incentivando el comercio local basado en la artesanía y el turismo. Piden que se actúe en la conservación del paisaje y que se apruebe el Plan Especial de Protección y Reforma, que se apliquen medidas de movilidad y que se potencie la labor de la Agencia Albaicín. Es una de las medidas más caras cuantificada en más de un millón de euros. Mismo coste tendría la recuperación de los edificios históricos.
Algo más barato resulta la proteccción de la Vega como elemento paisajístico, en torno a 100.000 euros.
«El turismo, la salud y el conocimiento son los pilares principales de nuestro porvenir siempre y cuando se combinen adecuadamente con políticas de diversificación, de desarrollo tecnológico, de internacionalización de los mercados y, sobre todo de fuertes dosis de innovación». Sólo con esta fórmula la ciudad conseguirá despegar. «El trabajo está pensado para las personas, y no solo para que el granadino se sienta orgulloso de su tierra sino para que el foráneo se encuentre con una ciudad acogedora cuya eclosión de sensaciones le hagan volver», relatan desde el Consejo Social.
«Los vecinos tienen que ser los protagonistas de su ciudad»
El máximo responsable del Plan Estratégico 2020 afirma que es «obligatorio» darle al pueblo la ocasión de hablar… y no solo cada cuatro años
La idea central sobre la que gira el nuevo Plan Estratégico de Granada es el ciudadano. Y es que no está la ciudad muy acostumbrada a generar dinámicas de pensamiento colectivo, a debatir sobre los problemas y sus posibles salidas y a acordar juntos un futuro común; de ahí que el nuevo plan plantee la necesidad de abrir ventanas y puertas para que el ciudadano entre de lleno en la vida de su ciudad. En ese preguntar, los técnicos del consejo se han dado cuenta de que al granadino le gustaría asociar su ciudad a conceptos como movilidad urbana sostenible, gobierno de participación social, transparencia, administración electrónica, turismo de calidad, políticas de inclusión, tejido productivo vinculado a la salud y a la ingeniería informática.
Aunque es difícil estar en desacuerdo con estas ideas y son reivindicaciones históricas de la ciudad, nunca terminan de implantarse. «Ahora que se habla tanto de transparencia aquí tienen los políticos el resultado de la participación del pueblo con sus objetivos más valorados», comenta el presidente del Consejo Social de Granada, Francisco Martín Recuerda. El documento, que fue aprobado por unanimidad en el pleno cuenta con el beneplácito de todos los partidos políticos, ahora queda por ver si serán capaces de desarrollarlo. «Quiero creer que sí, el trabajo está hecho y ahora ellos tienen que ponerlo en marcha. Me preocupa que todavía no se haya hablado del Plan Estratégico. El equipo de gobierno solo ha hablado de un plan de 50 puntos acordado con Ciudadanos pero el plan elaborado por los ciudadanos tiene bastante más de 50 puntos. Espero que no se olviden», apunta Martín Recuerda. En principio, para poder valorar el cumplimiento del trabajo se han establecido comisiones cada tres meses.
Martín Recuerda cree que el Plan Estratégico es la única manera que tiene hoy por hoy la ciudad de conseguir poner en marcha proyectos que le hagan avanzar. Y es que las inversiones dijeron adiós a la ciudad allá por el año 2007, junto cuando la crisis obligó a la ciudad (y sobre todo a sus ciudadanos) a apretarse el cinturón hasta quedarse sin respiración.
«Lo que nos ha venido ha sido una apisonadora y eso se suma a una situación ya trágica de por sí que nos sitúa en los últimos puestos de renta per cápita», afirma el presidente del Consejo Consultivo.
Con escasas esperanzas en los presupuestos municipales, (carentes de inversión no se sabe por cuánto tiempo) Martín Recuerda cree que la única opción de progreso que tiene Granada es acogerse a todo tipo de ayudas europeas, y para poder optar a este dinero es fundamental que disponga de un plan estratégico. «Granada se sitúa en una posición preferente para poder optar a fondos porque ahora cuenta con un marco estratégico urbano sostenible, como exige la UE a través de su normativa y el Estado español mediante su acuerdo de asociación para poder optar a proyectos que se inscriban dentro de este marco estratégico», explica el alcalde, José Torres Hurtado, en el prólogo del documento.
El presidente del Consejo va más allá. «Hay que hacer que los vecinos sean los protagonistas de su ciudad. Para ello la primera herramienta es el portal de transparencia, que debe permitir a los ciudadanos hacer las aportaciones que estimen oportunas. Es obligatorio que el pueblo intervenga… y no solo cada cuatro años». relata el presidente.
Sobre los puntos de desarrollo del documento, Martín Recuerda confiesa que su proyecto predilecto es la cultura como elemento de desarrollo económico. «Hay muchas iniciativas en la ciudad, pero se hacen tan en petit comité que no tienen suficiente divulgación. El tema cultural es complicado porque hay dos corrientes en la ciudad: de un lado quienes se desentienden y de otro quienes piensan que la economía y la cultura son como el agua y el fuego y no ven que la cultura trae una riqueza paralela porque es un eje transversal», opina.
Cree también, aunque esta idea se escapa al Ayuntamiento, que Granada puede convertirse en un centro logístico de «todo lo bueno» que viene de la Costa. «La vía más rápida a Madrid somos nosotros. Sería interesante iniciar un diálogo con el Puerto y con la Sierra», apunta, y añade que Granada tiene potencial suficiente como para convertirse en un polígono estratégico tecnológico.
«En ese pedir cosas, por ejemplo el AVE soterrado, Granada también se merece que nos echen una mano para que dispongamos de infraestructuras al mismo nivel que otras ciudades de España. Yo tengo esperanzas en que vamos a ser capaces de darle la vuelta al desarrollo económico de nuestra ciudad. Solo un dato: yo cogí el Consejo Social con encefalograma plano y no he tenido que hacer nunca una segunda convocatoria en las reuniones porque siempre he tenido una mayoría sobrada de asistencia».
