Intervención arqueológica preventiva en Cuesta del Chapiz número 34 en 2004
Un acercamiento a la historia de la localidad nos indica la importancia arqueológica de la zona. Dado que la situación del solar se ubica en el extrarradio de la ciudad ibero-romana de Iliberris, resultaba poco probable la existencia de restos arqueo-lógicos datables en ese periodo, pero la cercanía de la necrópolis tardorromana situada en las inmediaciones de la Colegiata de San Salvador alertaban de la posibilidad de aparición de sepulturas de este periodo.
Del abandono progresivo del barrio durante los siglos XVII y XVIII existen abundantes datos historiográficos, como los obtenidos de la obra de Enrique Jonquera. Una idea aproximada de este abandono nos lo da el estudio pormenorizado de las fotografías de García Ayola en sus panorámicas del Albaicín de los últimos años del siglo XIX; aparece como un barrio despoblado en donde predominan las huertas sobre los edificios, los vanos rurales sobre la ocupación urbana. La Plataforma de Ambrosio de Vico de 1613 nos muestra la manzana de nuestro solar como urbanizada, conteniendo en su interior un gran huerto urbano. Por su parte, Dalmau, en 1796, nos muestra la manzana urbanizada solamente en el franco que mira hacia la Cuesta del Chapiz, dato este que también confirma la Plataforma de José Contreras de 1853. Por último, Juan de Dios Bertuchi nos muestra la manzana en idénticas circunstancias en su plano topográfico de 1894.
No será hasta 1938, con la elaboración del Plan de Ocupación Urbana del Barrio del Albaicín de Gallego y Burín, cuando se conformen las actuales terrazas que han dado lugar a la urbanización típica del barrio. El solar estudiado en la presente memoria encuentra su interpretación sedimentaria en este proceso, que se superpone al periodo de uso agrario comentado anteriormente.
La excavación arqueológica ha servido para documentar la ocupación contemporánea de este solar. sin embargo, no ha sido este el uso histórico ya no de éste, sino de los que conforman, al menos, esta manzana. sabemos que durante la Edad Media aquí existió la llamada Huerta Blanca y que es a este uso agrario al que adscribimos los niveles de tierra vegetal y geológicos revueltos.
Consideramos que durante la edad moderna y hasta bien entrado el siglo XIX esta área, con momentos de abandono y su uso como vertedero, continuó siendo eminentemente agrícola. el suelo empedrado y el muro asociado que hemos datado en el XiX confirman la existencia de una primera fase de ocupación, si bien la parcelación y urbanización definitiva de la manzana no se produjo hasta los primeros años del siglo XX, lo cual modificó gravemente la topografía de los solares resultantes pero no así los restos arqueológicos, ya que en el caso al menos de nuestro solar, eran inexistentes hasta el siglo XIX.

