El Tribunal Constitucional avala la ley catalana para eliminar las licencias de los pisos turísticos y que dejen de ser a perpetuidad
Entre las múltiples medidas para hacer frente a la crisis de la vivienda, hay una en especial de la que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, saca pecho con determinación. Es la de eliminar los 10.000 pisos turísticos de la ciudad en noviembre de 2028 para destinarlos a alquiler residencial. Esta medida ha recibido este jueves el aval del Tribunal Constitucional (TC), que ratifica la ley catalana que permite que las licencias de los pisos turísticos dejen de ser perpetuas, una decisión que allana el camino a Collboni para llevar a cabo la erradicación de viviendas de uso turístico.
Nota de prensa del Tribunal Constitucional
En concreto, el pleno del TC ha rechazado el recurso interpuesto por más de 50 diputados del PP al entender que la norma es conforme a lo previsto en la Constitución sobre propiedad privada y el régimen de unidad de mercado. De este modo, avala en su integridad el decreto catalán que prevé la limitación de los pisos turísticos en 262 municipios catalanes y establece que las licencias para este tipo de establecimientos dejarán de ser perpetuas.
«Esta es una magnífica noticia en favor del derecho a la vivienda», ha celebrado Collboni en una comparecencia ante los medios tras conocerse la sentencia, junto a los tenientes de alcalde Laia Bonet y Jordi Valls. Para el alcalde, el posicionamiento del TC refuerza y valida la medida tomada por el gobierno de Barcelona y le da «solvencia y seguridad jurídica». «Vamos en el camino correcto», ha expresado.
«Esta es una magnífica noticia en favor del derecho a la vivienda», ha celebrado Collboni en una comparecencia ante los medios tras conocerse la sentencia, junto a los tenientes de alcalde Laia Bonet y Jordi Valls. Para el alcalde, el posicionamiento del TC refuerza y valida la medida tomada por el gobierno de Barcelona y le da «solvencia y seguridad jurídica». «Vamos en el camino correcto», ha expresado.
Más oferta de vivienda
No obstante, ha remarcado que esta «decisión contundente» sobre las viviendas de uso turístico «tiene que venir acompañada, sin duda, de la generación de más oferta de vivienda en la ciudad», construyendo más vivienda pública y protegida, y también privada, algo en lo que dice que el gobierno municipal está trabajando y esforzándose «sin descanso». A su vez, insiste en que la construcción de vivienda se suma a la regulación de los precios del alquiler que está en curso actualmente para «romper la espiral de subir los precios».
¿Qué pasará a partir de noviembre de 2028?
El decreto catalán que valida el TC establece que aquellos que posean un permiso para convertir un alojamiento en piso turístico deberán acceder a una licencia urbanística dentro de los próximos cinco años. Cada cinco años tendrán que renovarla, y en función de la localidad eso les puede costar más o menos. También podrán ser eliminadas. Entonces, en Barcelona, a partir de noviembre de 2028 «todas las licencias de los pisos turísticos que existen hoy desaparecerán», no tendrán vigencia, ha aclarado Bonet. Dicho con otras palabras: «no se podrá continuar operando sobre la base de ninguna licencia porque no habrá apoyo jurídico».