[PRENSA] Lamentable expolio y desaparición del Carmen de Las Maravillas
Historia de uno de los cármenes históricos que formaron parte de la imagen característica del Albayzín, otro patrimonio abandonado y derruido, que fue adquirido por el fundador del Opus Dei.
El Independiente, 15-10-2023 Por Gabriel Pozo
- Los cármenes de Las Maravillas y Balsaín fueron adquiridos personalmente por el fundador del Opus Dei como primera sede, en 1945-7
- La característica silueta de su casona y torre, por encima de Puerta Monaita, ha sido eliminada de la línea de horizonte
- Las Maravillas tenía jardines y estanques que fueron admirados y ocuparon portadas de revistas por su belleza y frescura
La línea de horizonte del Albayzín desde el Oeste la marcó durante la mayor parte del siglo XX la silueta del Carmen de las Maravillas, con su característica torreta/faro. Era la más sobresaliente de las tres de ese promontorio, completado con las de San Miguel Bajo y Santa Isabel la Real. Pero a principio de la década de los ochenta del siglo pasado empezó a desaparecer, junto con sus nombrados jardines y zona boscosa. El Carmen de las Maravillas encaprichó a José María Escrivá cuando vino a Granada a abrir sede del Opus Dei; lo compró personalmente para hacerlo residencia y Colegio Mayor Albayzín. Fue uno de los mejores jardines de la Alcazaba vieja, sobre la antigua zona palaciega zirí. Su origen estuvo en el deseo de un comerciante adinerado del siglo XIX y principios del XX. Hoy, todo aquel complejo histórico-artístico-vegetal, tan cargado de historia, es un erial de futuro incierto. Ya empiezan a sonar voces pidiendo su expropiación e incorporación al parque de la Muralla que se está ejecutando parsimoniosamente.
El terreno al que me refiero está ubicado en el balcón o cornisa de la antigua ciudad ibero-romana de Ilíberis, al borde del actual Albayzín que mira a la Vega. Es una acrópolis milenaria en cuyo borde hay vestigios iberos y de domus romanas (solar del centro artesanal del Callejón del Gallo excavado por Andrés Adroher). Está delimitado por la muralla zirí (siglo XI) con ángulo en la Puerta Monaita, subiendo por la Cuesta Alhacaba y sobre el viejo muro que permitió la apertura del Carril de la Lona a finales del XVIII.
La zona se ha ido conformando con el tiempo como una planicie que desciende en varias paratas a ambos lados. Esta zona diáfana fue el espacio que antecedió a la zona palaciega de la dinastía Zirí (1013-90), ubicada en los solares que ocupan actualmente el Palacio de Dar-Alhorra, el aparcamiento del Huerto del Carlos, Santa Isabel la Real, Iglesia de San Miguel Bajo y manzana de la derruida Casa de la Lona. El espacio abierto debió funcionar como plaza de mercado, campo de alardes y zona militar. Era el principal acceso a la ciudadela zirita de hace mil años. El subsuelo de esta parte más alta esconde todavía sus secretos arqueológicos, ya que nunca ha sido excavado, está virgen en este aspecto.
Plano de Dalmáu, 1796. Puerta Monaita (1); Callejón de las Monjas que unía la Puerta Monaita con el Arco de las Monjas (2); calleja que separaba los cármenes de Balsaín (3) y de las Maravillas (5); carmen de Balsaín, del Pilar, de la Lona o de Abajo (7); Carril de la Lona (4); futuro carmen de Puerta Monaita (6); Casa de la Lona (8). Francisco Dalmáu punteó los restos de la muralla zirí paralelos al Carril de la Lona.
Calles suprimidas en la actualidad que separaban en el siglo XVIII los cármenes de las Maravillas (5), Puerta Monaita (6) y Balsaín (7),
En el plano de 1940 ya se ven claramente separados los tres cármenes por unas tapias. La casa de Balsaín todavía no había sido ampliada. En el de las Maravillas se ve una separación entre la casa principal y la casa auxiliar en el rincón que pega a Dar Al Horra. La casa del carmen de Puerta Monaíta estaba casi encima de la muralla. En la rampa de acceso a la Puerta Monaita figuran todavía unas construcciones expropiadas durante la II República a la familia Robles-Pozo (1).
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