[PRENSA] El plan para recuperar el Cerro de San Miguel cifra en 4,3 millones de euros la inversión para recuperar el espacio
El documento, sometido a consulta pública, plantea expropiaciones de parcelas, intervención en las cuevas, tanto de rehabilitación como clausura, y recuperación de vegetación para convertirlo en un gran espacio público para el ocio y disfrute de la ciudadanía. Acceder al documento AQUÍ
El avance del Plan Especial del Cerro de San Miguel cifra, en una primera aproximación globlal, en 4,3 millones de euros la inversión necesaria para recuperar este entorno histórico como gran espacio público para el ocio y disfrute de la ciudadanía. Es «una oportunidad que llega después de demasiado tiempo esperándola y es nuestra responsabilidad hacer un buen trabajo que legar a las generaciones venideras», expone el documento.
«El Cerro de San Miguel es icónico en el paisaje de Granada«, resalta el avance, y es necesario por ello «entenderlo como extensión del paisaje de la Alhambra, entre el Albaicín y el Valle del Darro«, como «punto base neurálgico en la conservación de este paisaje, definido como paisaje patrimonio de la humanidad».
Lo que pretende el plan que el Ayuntamiento de Granada acaba de someter a consulta pública, es «limpiar, poner en valor la propia riqueza histórica del Cerro» y «brindárselo a la ciudadanía como espacio de ocio, de ejercicio, de interrelación y de disfrute. También desarrollar en paralelo, una labor educativa del mirador histórico sobre el que se asienta, y desde el que se explica la ciudad de Granada».
El borrador fue aprobado en Junta de Gobierno Local, a mediados de mayo, por el anterior gobierno municipal. Ahora, el nuevo gobierno, ya con el edil Enrique Catalina al frente de Urbanismo, sigue adelante con la tramitación.
Memoria económica extraída del avance.
Para afrontar la recuperación del espacio, que suma cerca de 66.000 metros cuadrados, se plantean expropiaciones, protección y rehabilitación de aquellas cuevas con carácter histórico, clausura de las que tienen consideración de infravivienda, por su estado y falta de suministros como agua o electricidad, y recuperación de la vegetación de la ladera y sus veredas.
La obtención de los suelos -además de cuevas y una vivienda residencial existente- para el parque se plantea mediante expropiaciones, lo que no está exento de dificultades, sobre todo por la existencia de cuevas «ilegales», sobre las que habrá de emprender actuaciones administrativas y judiciales para su recuperación. En el Cerro de San Miguel hay dos grandes parcelas de propiedad municipal que suman poco más de 45.000 metros cuadrados.
Llama la atención el Plan Especial para el Cerro de San Miguel de la «contradicción» existente respecto a la clasificación de los suelos. «Aunque el objetivo y destino del ámbito, por POTAUG es el de Zona de Mantenimiento de Espacios Libres Públicos, y por el PGOU la regeneración y restauración del ámbito, sin embargo, el PGOU en su adaptación parcial, reconoce sobre el ámbito el uso global residencial, lo cual entra en contradicción tanto con la clasificación del suelo rústico como con las previsiones del PGOU y POTAUG».
El avance ofrece algunas indicaciones a realizar sobre el espacio que rodea a esos edificios y otros elementos existentes.
Por ejemplo, en el Carril de la Ermita señala que «deberían suprimirse las tapias opacas y las edificaciones, liberando este flanco a la vega, y dándole su carácter de cerro mirador; en el otro lado, debería eliminarse la valla metálica, que tiene un cierto impacto visual, y que ya no es necesaria para el funcionamiento del inmueble». Y es «en este espacio de llegada», donde «se emplaza una pequeña edificación de servicios. (aseos, mirador, información, kiosko, … )», que tendría «una formalización liviana y desmontable».
Refiere también la Fuente del Aceituno, para la que los redactores del documento aconsejan un cambio de emplazamiento, «dándole una nueva configuración que sea más respetuosa con la tradición de dicha fuente y con lo que originariamente pudo ser. Se puede disponer como una pieza exenta, con la interpretación de la planimetría de 1764 y el apoyo de excavaciones arqueológicas».
Para la Huerta Alta se propone su «recuperación (los restos de las tapias se demolieron en 2005 ) y acondicionamiento». Con un «poyete perimetral, asimilado al perímetro preexistente, que incorpore de forma natural sitios para sentarse. La vegetación será básicamente tapizante, recuperando la pradera mediterránea, con pocos arbustos y arbolado mediterráneo tradicional».
Cuestiona la antena de radio ubicada en el carril, que propone eliminar.
Y hace una mención especial, sobre todo por su repercusión arqueológica, a la rauda, el cementerio musulmán que se emplazó en la ladera, además de la cruz de la rauda.
Unas 80 cuevas, sin incluir Vereda de Enmedio ni Cuevas Colorás
Recuerda el texto que el Reglamento de la LISTA -la ley urbanística de Andalucía- confiere a las cuevas un valor patrimonial, señalándolas como una tipología constructiva singular.
En el ámbito de San Miguel -recuerda el borrador- «se construyeron numerosas cuevas, teniendo su mayor ocupación en los años 50 y 60 del siglo pasado; las cifras consultadas hablan de más de cien cuevas. En la actualidad existe en torno a 80 cuevas, en nuestro ámbito, sin incluir Cuevas Coloradas ni Vereda de Enmedio».
«Reconocer este espacio histórico de cuevas, no implica -añade- que se reconozca la idoneidad de su uso como vivienda». Para ello, habrán de cumplirse también distintos requisitos normativos, tanto de la LISTA y su Reglamento. Al respecto precisa que «en la actualidad, hay diversas cuevas que se usan como infraviviendas, y que habrá que proceder a su clausura. En especial, las que puedan estar realizando vertidos de saneamiento al subsuelo».
«También hay cuevas junto y bajo las murallas», que deberán ser «objeto de inspección técnica que resuelva sobre la posible afección a la cimentación y estabilidad de la Muralla, Bien de Interés Cultural BIC».
Las cuevas existentes, son es su mayoría del tipo, “conjunto en hilera”. La búsqueda de un estrato solido para los techos, hace que los predios adyacentes tengan similares cotas. Así se suelen estructurar las líneas de las cuevas, y esas son las que se pretenden recuperar.
Y un dato de interés: «la existencia de chimeneas, identifican a las cuevas históricas».
El texto indica que «excepto las cuevas, que deberán permanecer por sus valores patrimoniales, históricos y etnográficos, el resto de las construcciones y edificaciones, se plantea su eliminación para naturalizar el espacio parque y su paisaje».
Añade que, «para la utilización de las cuevas que, como arquitectura excavada se mantienen, por su valor patrimonial, histórico y etnográfico, tendrán que tener un informe-proyecto de seguridad y solidez estructural, que las definan como aptas para su habitabilidad. Se valorizará el ambito de cuevas como espacio social compartido, dejando las placetas abiertas, sin vallar».
Recuerda que se consideran actividades y usos permitidos en las cuevas los relacionados, entre otros, con el estudio e investigación del patrimonio histórico, cultural y etnográfico del ámbito, entre ellos: social / terciario / institucional / educativo / recreativo / formativo / artístico / cultural / comercial / divulgativo / turistico /ONG. Entre ellos el de espectáculo, galería arte, taller de ensayos, de música, taller de artesanía, asociaciones…
Y señala que las casas-cueva, «se retraerán a la fase de cueva», eliminando las «construcciones informales».
De las distintas alternativas que esboza, el equipo redactor elige la llamada alternativa 3, «porque aglutina los objetivos marcados por el planeamiento, conlleva demoler vallas y edificaciones ilegales y restaurar y renaturalizar la ladera, adquirir (vía compra, tanteo y retracto, expropiación…) todas las propiedades que se encuentran en el ámbito y redefinir las cotas de las veredas para dotarlas de mejor accesibilidad». Junto a ello, ordena «la recuperación y puesta en valor de las cuevas por todos su significado histórico y cultural sino también como ejemplo de arquitectura bioclimática y sostenible».
También «se plantea recuperar una serie de veredas, a media ladera, que estructuren los recorridos de la ladera intramuros. Estos trazados de caminos, son herederos de los existentes a mitad del siglo pasado, que permitían una ordenación racional de la ladera. También habrá unos recorridos ascendentes, las cuestas, que los comunicarán. Se mejorará el uso del espacio, incrementando los accesos perimetrales y los diversos recorridos».
Para la financiación de de los 4,3 millones de euros calculados como inversión necesaria, el equipo redactor -Loperena-Portillo Arquitectos, S.L- recuerda que se puede optar a fondos europeos, que aportarían hasta el 80 por ciento, tanto en la regeneración y renaturalización de la ladera, potenciando sus valores patrimoniales, naturales y paisajísticos, tanto en el uso como equipamiento cultural sostenible y singular en el espacio de las cuevas.
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El avance puede consultarse en la página web del Ayuntamiento de Granada: Avance Plan Especial Cerro de San Miguel y Área de Intervención Ladera de San Miguel.
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