La magnífica idea de cambiar las arquetas de hierro por otras acordes con el pavimento han terminado destrozadas por el escaso cuidado de operarios que las levantan con esfuerzo y sin tener en cuenta el tipo de material, que termina partido en trozos, que a la vez son fragmentadas y desplazadas con el pao de vehículos. El resultado un desastre y un peligro para las personas.
Una situación que requiere la intervención de los servicios municipales de mantenimiento.