PRENSA: La muerte de una mujer en una cueva de la Fuente del Avellano de Granada dispara el malestar vecinal

Denuncian la inseguridad generada por la presencia de okupas y el chabolismno creado en torno a las cuevas de todo el Valle del Darro
Ideal, 2-10-2020 JOSÉ RAMÓN VILLALBA GranadaBomberos de Granada evacuaron el cadáver de una mujer de 25 años de una cueva de la Fuente del Avellano el pasado sábado sobre las 15 horas. La víctima no presentaba signos de violencia, por lo que se presume que su muerte fue originada por la ingesta de alguna sustancia tóxica o por algún problema de salud que padeciera. No es la primera vez que en estas cuevas muere una de sus ocupantes, el 15 de abril de 2018 falleció otro inquilino de estos habitáculos, ubicados en una ladera de la Alhambra.

La ocupación por parte de indigentes y ‘pies negros’ de esta cuevas es un problema para los vecinos del Sacromonte y del Albaicín que han puesto el grito en el cielo después de este último fallecimiento. «Una ciudad como Granada no puede permitirse el lujo de tener chabolas en la zona más turística y en la zona que se ha convertido en un auténtico pulmón verde. Los habitantes de estas cuevas cierran los espacios para impedir el paso por allí; y las condiciones de insalubridad en la que viven son bastante grandes», señala el presidente de la asociación de vecinos del Sacromonte, Francisco Ballesteros.

Policía Local intervino el pasado año en la zona de las Cuevas de la Fuente del Avellano y en la última ocasión echaron del lugar a nueve personas. «Volvieron a instalarse al poco tiempo y vinieron los problemas de nuevo. Hay ruidos, hay peleas, hay suciedad y hay chabolismo con mayúsculas. No se puede permitir que a dos pasos de la Alhambra, del Albaicín y del Sacromonte tengamos este problema», advierte Ballesteros.

Las quejas no solo viene de los vecinos del Sacromonte. «Las cuevas sigue siendo un problema sin resolver para esta ciudad y que lo sufrimos los vecinos. El sábado pasado fue la muerte de esta joven en la Fuente del Avellano, pero otras veces ha sido en las cuevas de San Miguel. Los vecinos no tenemos por qué soportar estas situaciones de infravivienda en esta zona de la ciudad, es necesario adoptar soluciones ya», apunta Lola Boloix, de la asociación del Bajo Albaicín.

Coronavirus y riña
Ballesteros afirma que durante el confinamiento por el coronavirus tuvieron que llamar a la policía en distintas ocasiones por los problemas de ruidos y peleas registrados en las cuevas. «Estamos hablando que los ocupantes son una población flotante de más 150 personas. Los problemas no están solo en las cuevas de la Fuente del Avellano, también en las de san Miguel, en las del Barranco del Negro y las del Barranco de los Naranjos. Podemos hablar de un centenar de cuevas».

El frenazo a la declaración BIC del Valle del Darro, flanqueado a ambos lados por las laderas donde están ubicadas las cuevas, ha supuesto un freno importante para dar solución a este problema; la paralización fue debida a un fallo burocrático. «Ahora estamos tratando de impulsar otra vez la declaración BIC del Valle del Darro entre asociaciones y formaciones políticas», advierte Boloix. En esos trabajos se están dejando la piel las asociaciones de vecinos del Sacromonte y las del Albaicín, entre otras organizaciones.

«La inseguridad, la insalubridad y el chabolismo que representan estas cuevas requieren de una solución definitiva ya, porque esta ciudad no puede permitirse el lujo de no solucionar este problema», concluye el presidente de los vecinos del Sacromonte.