Esta callejuela, uno de los accesos al palacio de Dar-al-Horra, es de los más castigados por las pintadas, pese a contar con dos cámaras de vigilancia. Los autores suelen buscar lo puntos no visibles a la cámaras, o se tapan la cara para no ser identificados. La prueba son estas nuevas pintadas. La última a escasos metros de la puerta de acceso al palacio.
La noticia ha sido recogida en El Independiente