Una reciente remodelación de la fachada, nunca viene mal un adecentamiento de las mismas, de uno de los negocios de Calderería ha vuelto a poner de manifiesto la falta de disciplina urbanística en un barrio patrimonial. Tanto la iluminación mediante el foco sobre la puerta, como los colores y adornos de tipo magrebí están amparados por la normativa urbanística del Albayzín. Pero al igual que otros existente en Elvira, los responsables municipales miran para otro lado.