Se supone que el objeto de las cámaras de vídeo vigilancia en los lugares más emblemáticos y conflictivos por el tema de las pintadas era evitarla, y en su caso, identificar a los vándalos que actuaban con impunidad. Pero, como ya anunciábamos antes de su colocación, esta medida no lo resolvería. Y aquí está la prueba: una serie de pintadas en el callejón Ladrón del Agua y de las Monjas, la mayoría justo frente a las cámaras.
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1 comentario
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15 marzo, 2018
Si las pintadas están enfrente de las cámaras, y la grabación existe, porque no se detiene a la persona que ha realizado las pintadas, no queda identificado?