Desde que empezó el buen tiempo, los autobuses que trasladan a los asistentes a las zambras aparcan en cualquier sitio que les parece.
En la Cuesta del Chapíz, obligan a los vehículos que transitan por la Cuesta a hacer todo tipo de adelantamientos o frenadas que, como en este caso, suponen un peligro para los usuarios del autobús público, al tener que superar toda una línea de autobuses privados, en este caso eran cinco, arriesgando a los viajeros y al chófer, para no quedarse aparcados hasta que los privados sean llamados para recoger su porte.
Sin ánimo de influenciar en los negocios del Camino del Sacromonte, seguimos solicitando una solución acorde con las necesidades de ciudadanos y barrio patrimonial y los intereses de los negocios del Camino. ¿Para cuando una reunión entre propietarios de negocios y Movilidad municipal, para solucionar este problema?
Son dos barrios afectados diariamente por el caos del tráfico de autobuses a las zambras.
