El Patronato no da su brazo a torcer con los taxistas para que puedan bajar por Gomérez
Sólo permitirá el descenso los fines de semana durante un año a los híbridos que vayan ocupados
‘No’ es la respuesta que el Patronato de la Alhambra ha dado a los taxistas granadinos ante su propuesta de paso por la Cuesta de Gomérez. El monumento desoye la iniciativa de la Asociación Gremial del Taxi y sólo permitirá el descenso por dicho entorno de los que posean tecnología híbrida y vayan ocupados. Y durante un año. Con las mediciones de su paso, elaborarán el estudio que determinará el impacto medioambiental que posee su circulación a través de la Puerta de las Granadas.
La petición de los taxistas, en cambio, era que se les permitiese a todos su bajada durante el tiempo que los técnicos del monumento estipulasen. Así, según ellos, los resultados del estudio no se verían «falseados». «Nuestra propuesta sigue siendo la misma, que obedece a razones estrictamente de conservación; es la única posibilidad de la que podemos estar hablando», señaló la directora gerente del Patronato alhambreño, María del Mar Villafranca. De acuerdo con sus palabras, una Comisión Técnica «aconseja» que los taxis no bajen pero, ante la insistencia de la gremial, optaron por «ensayar» durante un período de tiempo el descenso de automóviles para evaluar la contaminación que provocaban si se daba el ‘ok’ a los taxis. «Yo tengo un informe elaborado por el Distrito del Patrimonio Cultural de España, por el que corrió la supervisión de la restauración de la Puerta de las Granadas, que dice que no pueden pasar con frecuencia vehículos, como se estaba ocurriendo antes, porque era lo que había causado los desperfectos en ella», aseveró. Como indicó, esa medida supondría «volver» a un tiempo anterior al Plan Especial de la Alhambra, que ya «peatonalizó» el territorio y estableció los recorridos del transporte público. «Desde la gremial se apela a un agravio comparativo pero hay que tener en cuenta que no nos referimos a sistemas de transporte. Entendemos que uno es un producto turístico [el tren que une la Alhambra y el centro histórico] y lo otro es un servicio público de transporte al que se le permite, por cierto y recuerdo, el único punto de recogida de viajeros que hay en el interior del monumento», apostilló.
La negativa ha sido recibida con cautela por los taxistas de la capital. Su presidente, Juan Túnez, apuntó ayer que sus «servicios jurídicos» estudiarían el caso y que, próximamente, celebrarían una reunión para decidir cómo actuar. No tienen prisa, la fecha aún no está establecida.
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