theme-sticky-logo-alt
theme-logo-alt

Acerca del Cerro de San Miguel

Convocados a participar, en el seno de la Junta Municipal de Distrito Albaicín,  en la comisión de trabajo para tratar «la problemática del entorno de la Cuevas de San Miguel», nuestra postura como asociación vecinal es la siguiente:

En primer lugar recordamos la necesidad de que en ese entorno hay que hacer cumplir la disciplina urbanística, medioambiental y patrimonial, al igual que hay que hacerla cumplir en el resto del barrio. Durante los últimos años esta dejación de funciones por parte de las autoridades competentes, principalmente el Ayuntamiento, ha llevado al lamentable estado de degradación que sufre el cerro: construcciones ilegales, movimientos de tierra ilegales, vertidos ilegales, instalaciones ilegales, actividades ilegales… o la apropiación indebida e ilegal de caminos públicos. Todo ello distorsiona este entorno de altísimo valor patrimonial, paisajístico y ciudadano.

Al margen de la complejidad en los regímenes de propiedad de las cuevas y el conflicto social que ha ido surgiendo y agravándose (probablemente  por la inexcusable dejadez mencionada anteriormente) las ordenanzas urbanísticas aplicables a este entorno son claras:

El Cerro de San Miguel se compone de dos grandes bolsas de suelo: una, en una cota intermedia más cercana a las viviendas de la parte baja, es suelo calificado como Sistema General de Espacios Libres; la otra, de dimensiones mayores, es suelo clasificado como Suelo No Urbanizable Parque Rural. Es decir, el Plan General de Ordenación Urbana de Granada de 2001 (PGOU) apunta a que el Cerro de San Miguel, en conjunto, debe ser un espacio público, un parque, en ladera, con unas características paisajísticas muy concretas.

san-miguel-dentro-del-area-patrimonio-mundial

En ambas bolsas de suelo se producen situaciones irregulares a nivel urbanístico y medioambiental que el Ayuntamiento tiene la obligación de resolver, independientemente de calificaciones y clasificaciones de suelo. Ahora bien, el conflicto de las denominadas «cuevas de San Miguel» se da en la segunda bolsa mencionada, es decir, en el Suelo No Urbanizable Parque Rural. El Régimen de este suelo queda perfectamente definido en el Título Tercero del PGOU. Lo que el plan denomina «Parque del Cerro de San Miguel» pertenece a la  «sub-categoría de parques rurales al ámbito en el que el territorio se conserva o se pretende conservar sus características naturales.»

Las disposiciones generales, las normas generales de protección y la definición de los usos de suelo aplicables se pueden ver en este enlace.

Dentro de este Suelo No Urbanizable Parque Rural, el PGOU señala específicamente al Cerro de San Miguel. A esta área se le conoce como ARR01, en la que el plan dispone que se deberán llevar a cabo Actuaciones de Regeneración y Restauración.  En la ficha correspondiente a esta zona, se describe en qué consisten estas actuaciones:

-Recuperación del paisaje para la ciudad y sus habitantes

-Mejorar las condiciones naturales, uso, disfrute y fomento de los valores histórico-artísticos de la zona

La propia ficha hace una valoración de su estado, que ya era de degradación cuando el PGOU  2001 fue redactado.

ficha-san-miguel-con-pie

Estamos en 2016. Ni que decir tiene que la degradación ambiental es ya gravísima, que las agresiones a los restos arqueológicos y el deterioro de la muralla nazarí son inadmisibles, y que el conflicto social es intolerable. Y que a día de hoy, muy lejos de lo que establece el PGOU, ni el Albayzín, ni Granada tienen ese paisaje para su uso y disfrute en unas mínimas condiciones dignas y seguras. El Ayuntamiento es la administración que no ha sido capaz de llevar adelante lo establecido en el PGOU (¡en el primer cuatrienio, decían! Es decir, deberíamos haber tenido ese parque allá por 2005 o 2006), siendo el máximo responsable de una situación insostenible.

Pues bien, ahora el Ayuntamiento es el responsable de re-encauzar la situación para conseguir el objetivo establecido en su día y compartido por todos de disponer de un parque público en una de las zonas de más alto valor patrimonial de la ciudad (recordemos que esta zona se encuentra dentro de la delimitación de BIC-conjunto histórico de Granada y de la declaración de Patrimonio Mundial por la UNESCO en la misma categoría que la Alhambra, Generalife y el barrio entero; que además cuenta con las murallas también BIC-monumento y una zona arqueológica de gran importancia).

Por las características del lugar, ese uso público puede ser compatible con la existencia de contadas cuevas habitadas de manera regular y ordenada y mantenidas estrictamente según lo que establece la ordenanza para ese suelo y ese uso: siguiendo unas determinaciones muy claras respecto a sus características constructivas, respetando las veredas y caminos públicos, cuidando los cauces y escorrentías y con instalaciones dignas, entre otras obligaciones.

Entendemos que la mesa de trabajo en el seno de la Junta Municipal de Distrito es un primer y necesario paso para ordenar la complejidad de la situación a nivel ciudadano. Deberá servir para visibilizar, ordenadamente, el conflicto social y encauzar vías de diálogo para resolverlo.  Deberá servir para exponer de forma transparente los distintos regímenes de propiedad para el conocimiento de los interesados y del resto de la ciudadanía. Deberá servir para hacer pedagogía de los valores del espacio y de su situación urbanística para que todos seamos plenamente conscientes de que el destino final del Cerro de San Miguel es el de ser un Parque Público.

Esta base de participación, a través de las sesiones de trabajo que hagan falta, ordenadas por temáticas, moderadas por mediadores sociales con experiencia e informadas por técnicos especialistas en urbanismo, paisaje, medio ambiente y patrimonio, será clave para que comisión técnica y política resuelva la problemática actual, teniendo en un horizonte próximo, ya que llevamos años de demora, la transformación del Cerro de San Miguel en el espacio público definido por el planeamiento (es decir, la ley) y deseado por todos.

Somos muchos los vecinos que reclamamos ese horizonte, que el cerro de San Miguel sea un espacio para el paseo y disfrute, para la contemplación de las vistas, del paisaje y los monumentos, un lugar para el encuentro, un espacio regenerado paisajística y ambientalmente con una intervención blanda que recupere las veredas y la vegetación en el que la muralla sea conservada y respetada… En definitiva un espacio libre público para el día a día del barrio como muchos lo hemos conocido.

sanmiguel-sgel-con-pie

Artículo anterior
¡Y más pintadas de firmas!
Siguiente artículo
El Juzgado de Instrucción archiva las diligencias sobre la cesión de la Casa Ágreda

0 Comentario

15 49.0138 8.38624 1 1 4000 1 https://albayzin.info 300 0