La muralla nazarí que corona el cerro de San Miguel es también pasto del incivismo y lienzo de vergonzosas pintadas. Recordamos que estas pintadas cuando se hacen sobre un Bien de Interés Cultural (BIC) son un delito tipificado de acuerdo a las leyes de Patrimonio.
Por desgracia, cada vez que paseamos por allí observamos como, además de seguir pintadas que llevan años, proliferan otras nuevas. A estas pintadas se suma otros signos de degradación como la pérdida progresiva de material de muchas partes de esta muralla, la basura o el mal uso que se hacen de estas murallas y su entorno. Todo es símbolo del estado de abandono general de las murallas del barrio, en el que confluyen el vandalismo e incivismo de unos cuantos y la inacción, desidia e incapacidad de las administraciones para cumplir con su responsabilidad en materia de protección de este importantísimo patrimonio.
Lo peor es cuando hace una semana vimos noticias en todos los medios con titulares rimbombantes y triunfalistas hablando de que por fin llegaba el arreglo de «las murallas del Albaicín» (en plural). Esta noticia se ha repetido como un mantra al hilo del anuncio de la inversión del Ministerio de Cultura para actuar en un tramo cortísimo de la muralla (unos 60 metros), donde hay que decir se ha actuado ya anteriormente y ni siquiera se plantea actuar en los tramos donde más problemas de vandalismo y abandono hay (para enterarse a fondo recomendamos leer esta noticia «Cultura pone un parche de 1,2 millones de euros en las murallas árabes de Granada«). A las alabanzas generalizada de la intervención del Ministerio se sumó el Partido Popular de Granada, con Santiago Pérez (secretario general, diputado nacional y ex-subdelegado del Gobierno) a la cabeza de la arenga triunfalista La inversión es bienvenida pero ¿de verdad alguien se cree que esta intervención que se hará en un tramo de 60 metros es de calado para el estado de abandono de las murallas? ¿es esto lo que merece este patrimonio? ¿no sería mejor que actuaran y dejaran de lado los discursos autocomplacientes y vacuos?
La realidad habla por si sola y los datos son los datos: la muralla zirí tiene casi 500 metros de longitud y la parte de la nazarí que corona el cerro de San Miguel tiene unos 750 metros (habría que sumar los tramos que van por Fajalauza, la Alberzana, la primitiva, más los tramos que se encuentran embebidos en propiedades, más los torreones que vemos por el barrio…) ¿Qué supone la intervención en sólo 60 metros?
Las murallas son un patrimonio público que todos debemos cuidar y su estado afecta a todas las administraciones, ya sea como propietarios o como gestores del patrimonio o como responsables de la ciudad. Gobierno, Junta de Andalucía y Ayuntamiento (incluida su Agencia Albaicín), todas deberían estar trabajando ya para resolver esta deplorable situación. Ya van tarde.
Seguiremos denunciando y manifestando nuestra disconformidad con el vandalismo desalmado y delictivo de unos cuantos (los que hacen las pintadas), y también no dejaremos de reclamar acción ante este conformismo, la falta de eficacia y de visión de las administraciones que no atienden a su responsabilidad.
