[PRENSA-VÍDEO] La rehabilitación del paseo de la Muralla Zirí comenzará a principios de 2026
El Ayuntamiento espera la licitación del proyecto para finales de este año. GranadaDigital realiza el recorrido en el que se habilitará el esperado paseo
Lo que ahora es un campo de matojos y guarida esporádica de gente sin techo será pronto una preciosa senda del patrimonio de la ciudad. La rehabilitación del paseo de la Muralla Zirí comenzará a principios de 2026. Es el plazo que maneja el Ayuntamiento para materializar por fin un proyecto que se empezó a trazar en 1998. Junto a uno de los vestigios patrimoniales más importantes de la metrópoli musulmana se ofrecerá una nueva forma de mirar Granada desde uno de los rincones olvidados del Albayzín.
La nueva senda lineal unirá el Arco de las Pesas con la Puerta Monaita en paralelo a la muralla, que en el siglo XI fue reforzada como línea defensiva y límite fundacional de la Granada árabe. Se trata del proyecto más ambicioso del primer Plan Alhambra, el que está permitiendo recuperar para la ciudad algunos de sus espacios más singulares. Según las estimaciones ofrecidas a GranadaDigital desde el Consistorio, la previsión es que las obras de rehabilitación del paseo de la Muralla Zirí estén licitadas en los últimos meses de 2025 y que se puedan iniciar los trabajos a principios de 2026. La inversión prevista alcanza los 3,4 millones de euros.
Se trata, sin duda, de uno de los proyectos más esperados. Durante décadas ha acumulado estudios arqueológicos, informes técnicos y actuaciones puntuales sobre la propia Muralla Zirí que han permitido recuperar partes del recorrido. Pero esas mejoras han estado cerradas al paseo y a la vista desde el propio Albayzín, sólo perceptibles desde la colina gobernada por el Mirador de San Cristóbal, justo enfrente de la muralla.
El recorrido previsto por la Muralla Zirí
El itinerario previsto discurrirá por un tramo ahora inaccesible e interrumpido por las deformaciones del propio terreno. A día de hoy su visita se debe realizar en dos tramos: desde el Arco de las Pesas hasta la Torre 7 y, desde ahí, hasta la Puerta Monaita. La intervención será respetuosa con el propio cuerpo defensivo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y cuya titularidad pertenece al Estado, aunque la conservación esté delegada a la Junta de Andalucía.
La coexistencia de titularidades y competencias ha sido uno de los factores que ha ralentizado este proyecto de la Muralla Zirí. Aun así, la coordinación entre administraciones ha permitido en los últimos años consolidar varios tramos y torreones, como el de la Torre de las Tres Caras o el ubicado en la Ermita de San Miguel Alto.
Así se encuentra hoy el paseo de la Muralla Zirí
GranadaDigital ha podido comprobar junto a técnicos municipales el estado en el que se encuentra la zona a la espera de la intervención, un viaje casi en el tiempo como testigo directo. Fue el rey Badis, de la dinastía zirí, quien en el siglo XI decidió fortificar la ciudad que había sido elegida como capital de su taifa. Esta línea defensiva se levantó sobre cimentaciones íberas, refuerzos romanos y visigodos aún apreciables en la zona más próxima al Arco de las Pesas.
Inicio del recorrido de la muralla zirí, junto al Arco de las Pesas . | Foto: Antonio L. Juárez
La línea arranca en este punto y se extiende hasta la Puerta Monaita, dos de las entradas históricas de la ciudad. A lo largo del trazado se conservan hasta 14 torres y dos puertas documentadas, aunque excavaciones y estudios más recientes apuntan a la existencia de más torreones equidistantes. La llamada Torre 7, por ejemplo, actúa como bisagra entre dos zonas de la muralla y en los últimos años ha sido objeto de consolidación tras detectarse graves problemas de cimentación provocados por construcciones modernas.
Proyecto patrimonial y paisajístico
El reto del proyecto no es únicamente patrimonial. También lo es urbanístico ya que el terreno por el que discurrirá el paseo es propiedad municipal, en su mayoría fruto de expropiaciones realizadas desde 1991 bajo el paraguas del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Albayzín, que desde entonces se ha modernizado y ampliado según necesidades. Algunas de esas actualizaciones se pueden consultar en la propia web del Ayuntamiento de Granada.
Aspecto actual de la muralla zirí, cerca de la Torre 7. | Foto: Antonio L. Juárez
En algunos puntos, como junto a la Torre 7, se han detectado ocupaciones ilegales y problemas de vandalismo que complican el acceso y la vigilancia. Por eso, el plan contempla instalar más cámaras de seguridad en todo el trazado, especialmente en los tramos más sensibles.
A esto se suma un espesor de sedimentos que obstruyen la visión completa de las dos líneas de muralla: la zirí y la posterior almorávide, que se construyó en el siglo XII como refuerzo. De esta forma dotaron a la ciudad de un sistema de doble muro con un adarve intermedio, que más tarde sería rellenado tras la conquista castellana. Esos rellenos son hoy uno de los principales obstáculos visuales del proyecto. Su retirada será clave para recuperar la dimensión original del recinto.
La Muralla Zirí, un museo al aire libre
Más allá de su valor paisajístico, la Muralla Zirí está llamada a convertirse en un museo al aire libre. No se limitará a abrir un sendero. Éste tendrá un enfoque claramente didáctico. Está previsto que se le dote de contenido museográfico y paneles informativos que expliquen la función de cada torreón, la evolución constructiva y la relevancia estratégica del enclave, que ofrece vistas de 360 grados hacia la Granada moderna, la Vega, los accesos históricos de la ciudad, Sierra Elvira y, más lejos en el horizonte, el Castillo de Moclín.
Vistas de la ciudad desde la Puerta Monaita. | Foto: Antonio L. Juárez
Uno de los puntos más emblemáticos será el entorno de la Puerta Monaita, desde donde se proyecta una vista espectacular sobre el casco histórico que cambiará la manera de mirar Granada. La visita permitirá conocer cómo se organizaba la ciudad islámica, cómo se defendía y cómo sus habitantes se movían dentro de sus murallas. También dará relevancia a elementos como la acequia de Aynadamar, que discurre bajo uno de los tramos y abastecía de agua al palacio del rey Badis, que se encontraba en la zona donde posteriormente se levantó el palacio de Dar Al-Horra, la residencia de Aixa, madre de Boabdil.
Uno de los principales enemigos de la muralla es su deterioro por causas naturales, pero también el vandalismo. Las pintadas han sido una constante pese a los planes de limpieza y vigilancia existentes. El Ayuntamiento aplica desde hace años tratamientos protectores en muros y edificios del entorno monumental para evitar la penetración de aerosoles en los poros de los materiales. No obstante, su mejor protección será el uso público.