[PRENSA] Una clase al aire libre para explicar un Albaicín de leyenda
Alumnos del IES Virgen de las Nieves, en el inicio de la ruta por la historia del Albaicín. / Foto: José Velasco
Alumnos del IES Virgen de las Nieves de Granada representan relatos y fábulas del barrio Patrimonio de la Humanidad en una actividad educativa de impulso de la lectura.
La girificación es como se denomina el proceso por el que el cerebro forma sus características curvas y giros. Una gran cantidad de pliegues se asimila con una mayor capacidad cerebral. Curvas y más curvas para atesorar información, conocimientos, recuerdos. Curvas y más curvas para aprovechar al máximo el espacio. Y otra cosa no, pero curvas y memoria son señas de identidad del Albaicín, el barrio en el que se podría decir que la girificación se ha hecho ladrillo, cal y piedra. Y cada pliegue del barrio esconde una historia, una fábula, una leyenda.
Frente al convento de Santa Isabel la Real una novicia y un moro viven una tormentosa historia de amor. Son descubiertos por una sor fisgona y de lengua larga. La condena es tremenda. La Santa Inquisición castiga con una muerte atroz a la joven. Emparedada.
Carmen Sánchez, que interpreta a la novicia, confiesa que «no sabía nada» de esta truculenta leyenda del barrio que acaba de representar delante de sus compañeros de instituto. Reside en Atarfe, estudia segundo del Ciclo Superior de Educación Infantil en el IES Virgen de las Nieves de Granada y valora que semejante leyenda «tiene tela», como todas las que ha tenido la oportunidad de conocer en el proyecto educativo que ha llevado hasta el barrio al alumnado de ESO y de dos ciclos formativos.
Laura Sánchez, que representa el papel de la cruel Santa Inquisición, cuenta que «sí sé lo que es» aquel tribunal. Lo sabe «por los libros de la ESO». Vive en Jun y conoce al dedillo el centro de la capital porque «paso todos los días». Sobre el barrio del Albaicín, señala que «es historia de Granada» y que como tal «hay que conocerlo».
La representación de leyendas como la de la novicia emparedada -basada en el macabro hallazgo de restos humanos en las obras de rehabilitación realizadas a mediados del pasado siglo en el palacio de Dar al Horra impulsadas por Enrique Villar Yebra- tuvo como protagonistas a las alumnas del ciclo de Educación Infantil. Alumnos del ciclo de Grado Superior de Turismo hicieron de cicerones y, de espectadores, asistió el estudiantado matriculado en la ESO.
Las dos jornadas de leyendas teatralizadas y explicaciones sobre la vida del barrio se celebraron en el propio Albaicín tras varias semanas de trabajo previo en el aula. En la raíz del proyecto estuvo Miguel Vicente, profesor del IES Virgen de las Nieves y autor del libro Compases de una infancia en clave albayzinera, presentado el pasado mes de septiembre en el Aljibe del Rey de la Fundación Agua Granada.
Vicente, antes de que las estudiantes representasen la desdichada leyenda de la novicia, explica al grupillo de estudiantes el contexto que permite entender el drama. Tras las capitulaciones, una bula papal permitió que allí donde hubiera una mezquita se levantase una parroquia o un convento. El barrio quedó cuajado de recintos católicos. El primer inmueble donde se ubicaron las franciscanas no fue Santa Isabel la Real, donde todavía residen varias monjas, sino el palacio de Dar al Horra, donde aparecieron los huesos.
«Los albaicineros nos reconocemos más que como granadinos, como albaicineros», explica el profesor. Con vestigios que atestiguan presencia humana desde la época íbera, los habitantes de la colina forman una entidad singular, con un deje propio y unas costumbres particulares. La directora del instituto, Carolina Aivar, vio la posibilidad de utilizar el libro de Vicente como recurso educativo tanto de historia por un lado como para el fomento de la lectura en clase por otro y se pusieron a ello. Así, el departamento de Lengua y Literatura junto con los ciclos formativos de FP de Educación Infantil y Turismo plantearon esta actividad «interdepartamental» y de callejeo. De la lectura de textos en el aula se pasaría a la visita de los lugares y a la representación de escenas de algunas de las leyendas contenidas en el libro.
«Conocían el Albaicín de los miradores, pero la historia del Albaicín, cómo se vivía en los años 60, sus tradiciones, de eso no tenían ni idea», explica Vicente, que reconoce que al alumnado le ha sorprendido saber que hace no tanto los zapatos no se tiraban por muy gastados que estuvieran y que las medias se zurcían. Todo se aprovechaba en aquel barrio de los años 60 donde este profesor pasó su infancia.
De los 134 relatos que componen el libro se han seleccionado «los más adecuados», 78, para su lectura y debate en clase. Algunas leyendas se trasladaron directamente a la calle en esta sesión de teatralización y visita a rincones significativos del barrio que es Patrimonio Mundial de la Humanidad que se ha extendido durante dos días, martes y miércoles.
«Llama la atención la vida que hay aquí, hay mucha gente», resume Marina Ramírez, alumna y actriz. Su papel ha sido el de monja chivata. «Mucha vida», recalca. Su compañera Laura asiente. Le ve encanto hasta a las cuestas. «Es para sufrir y para disfrutar. Cuando te paras y ves toda Granada, tomas aire…».
La leyenda de la monja emparedada es solo una de las paradas de esta singular ruta, entre lo literario y lo etnográfico. La siguiente, en la Placeta Antonino Rodrigo, tiene como protagonista a la Mano Negra, una violenta organización secreta. Como prólogo, Vicente cuenta que, hace años, las parejas que quedaban en este lugar tiraban piedras a la farola para poder besarse a oscuras. «Siempre ha sido un lugar lúgrube y oscuro. Y la vez muy romántico». Pasen (por el Albaicín) y lean.