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La fábrica de tejidos San Miguel en el Albayzín. IAP mediante análisis de estructuras emergentes y control de movimientos de tierra en edificio de la calle Pagés n.º 23 en 2020

Aunque esta fábrica se documenta en el siglo XX, existió actividad de telares en torno a la calle del Agua desde época moderna, ubicación que puede estar en relación al abastecimiento de agua de la acequia Aynadamar.
Los edificios se sitúan en el interior de la manzana definida por las calles Pagés, Agua del Albaicín, Pardo y la placeta de Fátima. No presentan acceso directo desde la calle y salvo dos pequeños tramos sus fachadas no dan a la vía pública, en parte debido a las segregaciones o particiones de las propiedades de la fábrica. Existen varios adarves que penetran algo al interior de la manzana: uno desde la calle Pagés, otro desde la calle del Agua y otro desde la calle Pardo denominado Verónica del Albaicín.
Esta configuración y límites son similares a los que reflejan las planos históricos desde Dalmau 1796 al plano de 1909. La apertura de la calle Pagés modificando la placeta de los Muñoces (1933-1939) no alteró su frente norte, aunque sí su parte este que ha cambiado con la desaparición del callejón de Pacheco.
La hipótesis que mantenemos es que todo el frente de la manzana a la calle Pagés, salvo el número 25, formó parte de la fábrica de tejidos que estaba conformada con distintos edificios, aunque después fue segregada en distintas fincas. Este frente, a excepción de la esquina con la calle del Agua, fue reedificado tras la abertura de la calle Pagés, aunque los límites parcelarios fueran similares.
Entre la casa morisca y el conjunto que estudiamos hay una estrecha crujía que formó parte de los edificios industriales, con origen en un posible adarve (Orihuela 2007: 221-222) y actualmente integrado en calle del Agua 32. El número 32 también formó parte de la fábrica de tejidos, lo que explica que en una segregación posterior al fin de la fábrica el adarve visto antes quedara incluido en ella.
Plaza de Fátima 6 es un edificio de una fábrica de telares heredera de la de San Miguel.
Se trata de un edificio de 1945, que en parte tras una reforma de 1958 superpone al trazado viario anterior a la calle Pagés. De su patio hubo una puerta de comunicación directa al edificio desaparecido en la propiedad colindante calle Pagés 21 que formó parte de la fábrica de tejidos.

El número 21 de la calle Pagés alberga arquitectura en el frente con la calle Pagés, con origen en la fábrica, mientras que el interior es un solar fruto del derribo de una nave de la fábrica construida en 1958. El límite este y su fachada están exentos y son visibles desde Pagés 21.
La arquitectura interior del conjunto es perceptible desde el segundo piso, donde se vemos las estructuras sin problemas para la lectura arqueológica. Hallamos los edificios diáfanos salvo los pilares y columnas. Los vanos exteriores conservan gran parte de las ventanas originales, mientras los que quedan al interior están completamente abiertos.
En 2009 hubo una obra que substituyó las deterioradas cubiertas; abrió las antiguas ventanas que habían quedado interiores y tapiadas; convirtió en patio los aseos de la esquina norte; y otras reformas menores 3.
La planta baja está muy transformada a finales del siglo XX por la ubicación de un supermercado, quedando actualmente un diáfano espacio con pilares y algún tabique, casi todo encalado, pintado y alicatado, percibiéndose poco la obra original, aunque queda clara la dualidad de edificios a través de los distintos pilares. Al fondo (oeste) del edificio meridional hay una caja de escaleras que permite comunicar con la planta alta, y es en este sector donde se realiza la obra.

CONCLUSIONES

Los restos estructurales más antiguos se reducen a un pequeño silo excavado en la roca, colmatado con sedimentos donde abundan las cerámicas y vidrios moriscos. No existen más evidencias de esta fase y el resto del sondeo presenta la roca y directamente las estructuras de la fase siguiente.
En el siglo XVIII se organiza el espacio, construyendo un zaguán. A finales del siglo XVIII o comienzos del siguiente las estructuras quedan arrasadas y amortizadas, generándose a partir de ese momento un gran paquete relacionado con la actividad de cultivo. Aún en 1927 se cita el lugar como huertos.
A comienzos del siglo XX se construye el edificio de telares GE1, con unos pasillos perimetrales que desembocaban en unas escaleras situadas en la esquina suroeste. Estas escaleras debieron permitir el acceso a la calle Verónica a través de un recodo que debe existir en la propiedad colindante al oeste (calle Pardo 3).
Prontamente estas escaleras fueron anuladas, pues una atarjea procedente de la propiedad citada las rompe. La construcción del GE2 en 1927 sobre ellas respetará este desagüe.

En las primeras dos décadas del siglo XX en la casa morisca de los Gallos de la calle del Agua del Albaicín (Agua 34) se instalan unos telares. Contamos con documentación fehaciente a partir de 1923, cuando la industria está establecida y en proceso de expansión, pero no de fechas anteriores. En cualquier caso los telares no son anteriores a 1889.
Por la documentación, principalmente del plano de 1926, podemos ver que a finales de este primer cuarto del siglo XX esta casa está en relación arquitectónica con la propiedad al suroeste (Agua 32), que también pertenecía a la industria consultada.
Posiblemente la crujía suroeste de la casa morisca esté integrada en la segunda parcela y haya sufrido un proceso de segregación que puede ser anterior a la fábrica. Sin embargo no contamos con datos suficientes ni es el objeto de este trabajo.
Es posible que en la propiedad de dicha casa morisca se incluyeran terrenos al sureste, al interior de la manzana a lo largo de la actual calle Pagés donde se construirían los edificios industriales, que eran previamente huertos sin construir. Actualmente conforman otras propiedades: al menos Muñoces 6, lo que sería Pagés 6 y hoy Pagés 23; y posiblemente también parte de lo que sería Fátima 20 y hoy Pagés 21.
En 1926 la industria incluía como arquitectura ligada al taller además de dicha casa otra instalación al suroeste (Agua 32) y ya había construido una de las naves de telares (GE1, Pagés 23 norte). Ese año construyen una nueva nave adosada a la anterior (GE2, Pagés 23 sur).
Ambos comparten ser edificios amplios y diáfanos gracias a una arquitectura de pilares, columnas y arcos fabricados en ladrillo. Además, posiblemente atendiendo a medidas de salubridad, contaban con pasillos perimetrales (GE4, GE5, GE7, GE8).
Independientemente de los cambios de propiedad y distintas empresas, el sector fue ampliándose con edificios industriales de telares, llegando a ocupar todo el frente de la calle Pagés hasta plaza de Fátima. Se construyeron edificios lindando con la calle (que existieron en Pagés 21) y la plaza (actual casa de Fátima 6), pero también una nueva nave al interior (GE3, solar incluido actualmente en Pagés 21), edificio que debió ser derribado entre finales del siglo XX a principios del siglo XXI.
La industria contó a lo largo del tiempo con varios despachos, algunos en el Albaicín y cercanos pero fuera de la manzana que contemplamos.
Los propietarios de las fábricas además tuvieron la casa morisca de calle Pardo 3 (que incluye también Agua 30), por lo que ¾ partes de la manzana estuvieron ligadas a la familia Ferrer.

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