[PRENSA] «Droguería Elvira: todo tipo de drogas; abierto todos los días del año»
Así reza un cartel que los vecinos de esta calle y de Correo Viejo, en el Albaicín, han colocado para denunciar la situación que se vive en el barrio.
Los vecinos de la calle Elvira y su entorno están hartos. No saben qué hacer para despertar de la pesadilla en la que andan metidos. Se les repite cada día y a pesar de que llevan años pidiendo ayuda, nadie parece recibir el mensaje. Es por eso que reclaman atención ya hasta en las paredes de sus calles, a vista de todos, en una de las zonas que recibe más turistas de la capital. Allí mismo, en la esquina entre las calles Elvira y Correo Viejo, hay un cartel bien alto en el que se denuncia con cierta sorna la existencia de un punto activo de venta de droga.
En una cartulina verde, ubicada en los hierros de una ventana desvencijada, se puede leer el mencionado cartel que, a modo de rótulo publicitario, anuncia la «Droguería Elvira», especializada en «todo tipo de drogas» y cuyo horario es ininterrumpido «todos los días del año». Miguel comparte hogar con sus dos hijos en la calle Correo Viejo. Y ya le contó el pasado mes de noviembre a IDEAL qué significa tener que vivir en esta zona de la capital. También entonces los vecinos habían ubicado un cartel que fue retirado enseguida por aquellos a quienes no les interesaba que se supiera lo que está pasando allí a cualquier hora.
Al igual que hizo entonces, Miguel explica a este periódico que la situación es desesperada y, desde luego, no es la más ideal para educar a unos hijos pequeños. Señala que la impunidad con la que estas personas trapichean «es total» y que, además, la convivencia es difícil. «A mí me tienen amenazado», apunta este hombre, que no sabe qué hacer ya para que esta dura realidad se acabe. Se ha planteado vender su casa y dejar el Albaicín por la «inseguridad» que hay. Y también, más que nada, porque el problema se ha cronificado y eso otorga a estos individuos, según dice, una sensación de estar por encima de la ley que les hace más fuertes. «Si antes traficaban con marihuana, ya lo van haciendo también con otras drogas más duras como la cocaína… Y además no se cortan en hacerlo a la vista de todos», critica este hombre.
Desde la asociación de vecinos del Albaicín alertan de que el triángulo Elvira-Calderería-Correo Viejo se está descontrolando. Les sabe a cóctel malo la mezcla de los tres ingredientes que se encuentran en este lugar: el turismo de masas, el ocio nocturno y el poco cariño con el que la administración está tratando a los vecinos que habitan en el Albaicín, un barrio que, recuerdan, si es patrimonio de la humanidad es por la identidad e idiosincrasia de su gente. «Cuando echen al último vecino de toda la vida, que se irá harto, y ya solo queden turistas ¿Quién va cuidar de verdad del barrio?», advierten desde la junta directiva de este colectivo vecinal.
En la asociación llevan mucho tiempo denunciando estos hechos y algunos similares en las juntas de distrito del barrio, donde pueden interactuar directamente con representantes de los cuerpos policiales Nacional y Local. La respuesta es siempre la misma: hay un seguimiento activo en toda la zona, y las actuaciones son recurrentes, pero la solución, que sería poner una pareja fija de agentes en esta esquina, es inviable actualmente con los medios que hay.
Aún así, las fuentes de la Policía Local de Granada consultadas por este periódico explicaron que desde hace ya mucho tiempo vigilan, sobre todo durante los fines de semana, la calle Elvira y sus aledañas. Pero aclaran que las competencias de perseguir este tipo de delitos corresponden a la Policía Nacional.
Los vecinos agradecen las intenciones, pero dice que la música es la misma que llevan oyendo desde hace mucho tiempo y, por el momento, nada ha cambiado. Continúan teniendo que aguantar un problema con el que no pueden evitar darse de bruces antes de entrar en casa.
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