[PRENSA] Las peticiones del Albaicín al Nuevo Plan General de Granada
Reconocer el trogloditismo en las cuevas, reducir autobuses o audífonos para los grupos de turistas. También reclaman el estudio y restauración del pavimento histórico, la mejora de la señalización y la creación de aparcamientos para residentes, poner barandillas en calles, acabar con el problema del botellón y solucionar la saturación de Plaza Larga.
El futuro del barrio del Albaicín es uno de los que necesita más reflexión. Barrio turístico, patrimonio de la humanidad por la UNESCO y sometido a la presión de visitantes y a la despoblación, su aportación al Nuevo Plan General de la ciudad es clave para fijar su desarrollo en las próximas décadas. Cómo cambiará, cómo se protegerá y en qué se convertirá.
A la jornada de participación asistieron 29 vecinos y de organizaciones estuvieron el PSOE, la Asociación Artexperiencia, la Asociación de Vecinos Albaicín, el Centro Cívico Albaicín, Greenpeace y la Asociación de Vecinos Aynadamar-El Fargue.
Patrimonio natural y cultural
Una demanda vecinal importante es la de restaurar y mejorar la conservación del patrimonio existente. En este sentido, se requiere un estudio y reparación del pavimento histórico del distrito, mejorar el mantenimiento de la Iglesia de San Luis -se está haciendo con fondos europeos- (solicitada para uso vecinal) y de la muralla y la apertura de los espacios patrimoniales cerrados. Para apoyar estas acciones se propone realizar talleres y charlas de concienciación con el entorno patrimonial.
También se demanda el mantenimiento del plano del distrito por ser patrimonio de la humanidad, así como la colocación de mapas orientativos con los principales hitos del distrito en las diferentes plazas públicas.
Otra cuestión está relacionada con la necesidad de reparación y de acondicionamiento de algunos senderos del entorno natural. En esta línea, también se solicita un paso peatonal desde el Avellano hasta el Sacromonte, incentivar paseos y rutas desde la Carretera de Beas hasta el río Darro y el mantenimiento de las zonas verdes degradadas y antropizadas como el Huerto de Carlos.
Hay demandas también sobre la renaturalización de los ecosistemas naturales, como la recuperación de acequias, restablecer los cauces de los ríos, la defensa del Sacromonte o la protección del Valle del Darro. Para este último, se solicita un reconocimiento como bien de interés cultural y se propone el uso del valle con huertos vecinales, senderos peatonales, carriles bici y parques infantiles.
Revalorización de las cuevas de San Miguel Alto. Una de las temáticas más señaladas tiene relación con las cuevas del Cerro de San Miguel Alto y su revalorización como patrimonio de la ciudad de Granada y de la humanidad. Ante la problemática señalada de destrucción de cuevas y desalojo de sus habitantes, se reclama que se reconozca San Miguel Alto como un barrio histórico de cuevas y de arquitectura vernácula, que se declare patrimonio etnográfico de Granada y no se especule con esos terrenos. También se demanda que se reconozca el trogloditismo como un modelo de vida inherente al barrio y como ejemplo de sostenibilidad. En este sentido, se solicita la protección de las cuevas y también de sus habitantes. También se solicita la creación de huertos urbanos en el Cerro de San Miguel en oposición a la especulación relacionada con el turismo.
Espacio público y equipamientos
Una de las problemáticas más señaladas ha sido el escaso mantenimiento del espacio público y la consecuente necesidad de mejorar la calidad de los espacios y de proteger los edificios públicos y accesibles frente a propuestas enfocadas al turismo (poniendo como ejemplo el Aljibe de la Gitana).
Se reclama la mejora de zona de San Miguel Alto; mejorar el pavimento y la limpieza del barrio del Sacromonte; aumentar la limpieza y el mantenimiento de los parques públicos (como el del Sacromonte y el del Huerto de Carlos); mejorar el pavimento de la Cuesta del Chapiz y de Alhacaba para que no resbale; aumentar el número de contenedores orgánicos y de reciclaje y concentrarlos todos en varias zonas del distrito; techar el mercado del barrio; la reparación de fuentes; la colocación de barandillas en algunas calles del distrito, también a la altura del colegio infantil de la Carretera de Murcia y en las escaleras junto a la muralla de San Miguel alto y reverdecer los miradores, entre ellos el de San Nicolás.
Además, se demanda un control de acceso y un paso peatonal sobreelevado en la Escuela Infantil Municipal Arlequín; un mayor control de los negocios en cuanto a la ocupación del espacio público, limitándolo; mayores medidas para evitar el despoblamiento; mejores conexiones a la red de internet y una regulación de decibelios en cuanto a los ruidos de los espectáculos, de los músicos de la calle y de las actividades turísticas. Y, concretamente, en el barrio del Fargue, se requiere la insonorización del Salón Múltiple de la Calle Barrio Alto y la recuperación del teatro Aranaz.
En cuanto a las peticiones de nuevos espacios, piden parques infantiles en diferentes zonas del distrito (por ejemplo en la zona baja de la Abadía del Sacromonte); huertos urbanos (en la Carretera De Murcia por ejemplo); un gimnasio urbano; una residencia de mayores, para lo que se propone el uso de algún convento; una fuente o punto de agua potable en cada uno de los antiguos aljibes; fuentes y zonas para animales; una piscina municipal (en Aynadamar por ejemplo); vestuarios y aseos en el Parque de la Huerta en Callejón del Tío Blas (El Fargue).
Movilidad y transporte
Zonas de aparcamiento en el distrito. Una de las problemáticas más señaladas en relación a la movilidad y el transporte está relacionada con la escasez de zonas de aparcamiento para las personas residentes y trabajadoras del distrito. Se solicita una bolsa de aparcamiento público gestionada por la administración, la creación de cocheras para vecinos en calle Ceniceros y en Carretera de San Cristóbal, aparcamientos en Carretera de Murcia y una zona de aparcamiento de caravanas. Otra de las propuestas es la creación de zonas de aparcamiento en los solares disponibles en el distrito. A estas demandas se añade la del “día sin coche” y la necesidad de regular el tráfico de los colegios en horas punta.
Peatonalización. Aparecen opiniones opuestas a la creación de nuevas carreteras en el Sacromonte. También se señalan zonas con el empedrado en mal estado, por lo que se solicita una pavimentación adecuada de empedrado para la movilidad peatonal y un sistema de pilonas con acceso automático para residentes. Otra propuesta señalada es la retirada del semáforo de doble sentido de la Cuesta del Chapiz. Además, se demanda la apertura de un acceso a la Abadía, un mejor acceso a la zona del aljibe Santa Isabel de los Abades y un acondicionamiento del acceso a la Calle Cuevas coloradas.
Transporte público. Respecto al servicio de transporte público, han emergido, por un lado, problemáticas en torno al exceso de autobuses turísticos y de autobuses repletos de turistas. En este sentido, se solicitan dos demandas: la prohibición de buses turísticos en el distrito y exigir que el servicio de acceso a las zambras la realice una sola empresa. Esto, señalan los vecinos, contribuiría a disminuir la contaminación ambiental y acústica del distrito y a que el distrito se convierta en una zona de bajas emisiones.
Se señala la necesidad de crear transporte público ecológico y de aumentar el transporte público del barrio, tanto la frecuencia como el horario de los autobuses, alargándolos hasta las doce de la noche y más tiempo los fines de semana; también se demanda un sistema que priorice en el transporte a las personas residentes ante los turistas que visitan el distrito. Finalmente se solicita aumentar la frecuencia del autobús del Fargue (N8) y del Sacromonte (C34) y ampliar la línea N9 hasta el centro de la ciudad.
Vivienda
La necesidad de rehabilitación de algunas viviendas del distrito y la concesión de ayudas para ello ha sido un asunto demandado por la ciudadanía. También se ha señalado como problemático el tiempo de espera de los trámites burocrático-administrativos para las licencias de construcción y el encarecimiento del transporte de materiales debido a la orografía y al urbanismo del distrito; para lo que se solicitan ayudas de carácter público y la agilización de los trámites.
Reclaman realizar un control estético de las fachadas de las viviendas; un control de los solares abandonados donde se acumulan escombros y basuras, afectando a la salud pública; la prevención del deterioro de algunas viviendas okupadas y la necesidad de facilitar y equipar a las viviendas de energía sostenible, por ejemplo con placas de energía solar en los tejados.
Uno de los temas más señalados ha sido la falta de vivienda pública y de VPO en el distrito, vivienda gestionada por al administración pública y destinada a compra y alquiler asequible y accesible en términos económicos y de habitabilidad; proponiendo que se priorice el acceso de familias y de residentes de larga duración.
También ha salido la necesidad de controlar y regular los alquileres en general y los turísticos en particular, indicando la necesidad de limitar en número estos últimos. Se señala una sobredimensión de viviendas destinadas a alquiler turístico como problemática de vivienda para los vecinos del distrito. También, se propone para la construcción de VPO la casa del aire, la expropiación de los terrenos de Casería de las Ánimas y Casería de Campo Grande para edificar y respetar las limitaciones del catastro.
Reconocimiento de las casas-cueva del Cerro de San Miguel. Por un lado, hay un posicionamiento mayoritario que señala como problema la estigmatización y la discriminación que se sufre en el esta zona del distrito debido a la escasez y corte de suministros básicos y los desalojos de algunos vecinos. En este sentido, se demanda una dotación de suministros y servicios básicos -alcantarillado, agua, luz, teléfono, internet, alumbrado público, caminos accesibles, papeleras, etcétera- en esta zona, con el objetivo de que esto contribuya a revalorizar y dignificar las viviendas-cueva como viviendas tradicionales existentes en el barrio. Por otro lado, está el posicionamiento que señala la existencia de problemáticas de convivencia con los vecinos de esta zona y reclaman el desalojo de algunas viviendas. Para ambos posicionamientos se reclama la intervención pública (regularización y acondicionamiento frente a desalojo). Finalmente, se indica la necesidad de estudiar a fondo la situación del Cerro de San Miguel.
Comercio y actividad económica
Reconocen que falta comercio local. Los vecinos señalan que el comercio local existente es escaso y poco diverso, indicando solo algunas tiendas de productos básicos en la parte superior del distrito y una gran concentración de tiendas destinadas al turismo en la parte inferior.
Ante esta situación, la ciudadanía propone el fomento del comercio local y de proximidad; la creación de mercados de artesanía autóctonos; rutas de comercio local y sostenible; días de comercios en la calle (coincidiendo con el día sin coche); aumentar el horario del marcado de barrio a las tardes y promover el comercio en la zona de la Alquería del Fargue.
En relación a la actividad económica y los comercios existentes, se ha destacado una problemática relacionada con la ocupación del espacio público y los comercios de hostelería existentes en Plaza Larga, señalando que las terrazas de los comercios ocupan casi todo el espacio público, incluidos los bancos de la plaza. Otra cuestión detectada como problemática es en relación a la tramitación de licencias, por un lado se señala la necesidad de agilizar los trámites para obras menores y, por otro, de limitar las licencias y zonas del espacio público a la hostelería y a las actividades turísticas.
Se indica como necesario regular el turismo guiado, proponiendo la obligatoriedad de utilizar audífonos o radioguías en las rutas turísticas por el distrito para disminuir el ruido en el mismo. También se destaca la exigencia de mejorar la red informática para los comercios y la obligación de que los comercios conserven el patrimonio cultural e histórico.
Tejido comunitario
Uno de los temas más señalados ha sido el problema con los botellones, el ruido y la basura que se genera en algunas zonas del distrito, concretamente en San Miguel Alto; además del problema con los excrementos de los animales en todo el distrito. Otra de las cuestiones demandada por los vecinos de las cuevas de San Miguel Alto es que se reconozca la AA.V. Cuevas del Cerro de San Miguel Alto como una asociación del distrito y se les incluya en la Junta Municipal de Distrito (JMD). En general, se señala una tendencia hacia posturas antagónicas entre los vecinos.
La falta de participación en las reuniones y acciones vecinales y la necesidad de espacios de relación ha sido una temática que ha emergido con fuerza, señalando que la turistificación del barrio es uno de los factores que contribuyen a la pérdida de las relaciones vecinales. Proponen un espacio-ágora para la resolución de conflictos que sirva para la comunicación, la reflexión y la mediación entre vecinos. Otro espacio que se considera necesario es la creación de huertos y jardines comunitarios en el Cerro del Aceituno.
También piden más actividades culturales en la calle, asambleas ciudadanas y que la asociación de vecinos y la Junta Municipal de Distrito sean inclusivas con los vecinos de las cuevas de San Miguel Alto, con los menores inmigrantes y con la población en riesgo de exclusión del distrito ya que se señala la criminalización y el acoso vecinal a estos colectivos.
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