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PRENSA: Lo que no te cuentan del Cierre del Anillo y deberías conocer

¿Es el Cierre del anillo una infraestructura necesaria o, por el contrario, un ‘cuestionable progreso’, que no se justifica y supone la vuelta a un modelo de movilidad caducado? Un análisis necesario, con todas las claves del controvertido proyecto.

El Independiente, 10-10-2021

Breve historia de una polémica infraestructura

Hay un precedente casi olvidado que se remonta a 1955, cuando el muy franquista pleno municipal de Granada aprobó una declaración en la que pedía al Ministerio de Obras Públicas la construcción de una carretera que, desde el Camino de Ronda –primera Ronda de Circunvalación de Granada- bordeara la capital, sin muchos de los barrios periféricos actuales, con túnel bajo el Beiro, para pasar por Cartuja hasta Haza Grande, llegar al Sacromonte, seguir a la espalda del Generalife mediante un viaducto y enlazar con la carretera a Sierra Nevada. 50 millones de las antiguas pesetas de entonces costaba el proyecto, que quedó sepultado.

Desde entonces, se vuelve a hablar de Cierre del Anillo con la inauguración, allá por 1990 de la Circunvalación, cuya obra causó no pocas protestas, contra las que lidió el entonces alcalde socialista Antonio Jara, por el impacto sobre la Vega. Ahora la Circunvalación, GR-30 es una de las vías más transitadas de España. Se pretendió mitigarla con la Segunda Circunvalación, en uso desde diciembre del año pasado, aunque la falta de conexiones con núcleos urbanos, no ha cumplido las expectativas.

La idea inicial del Cierre del anillo partió, como curiosidad, de un particular, José Moreno, que, por afición plasmó en un plano un boceto.

El proyecto fue acogido con entusiasmo en el gobierno del popular Gabriel Díaz Berbel (1995-1999), -en el que debutó, por cierto, como portavoz y concejal de Tráfico, Cesar Díaz, y también Sebastián Pérez-, que la incorporó al PGOU, que nunca pudo aprobar.

Torres Hurtado, respaldo por su equipo de concejales, en su último mandato. M.R.

(Entre tanto, primeras protestas, y actuaciones sorprendentes, como la del entonces alcalde de Jun y ahora diputado socialista José Antonio Rodríguez Salas, que en 1993 aprobó en el pleno con mayoría absoluta una moción a favor del Cierre del Anillo).

Aquel proyecto popular, que por primera vez plasmaba la idea, resultaba un tanto grotesco, por poco trabajado, con un trazado subterráneo en casi todo su recorrido, desde los túneles del Serrallo hasta conectar con la A-92 por Alfacar, con viaductos para salvar los ríos y conexiones con los aparcamientos de la Alhambra, Sacromonte y Albaicín.

El alcalde socialista José Moratalla (1999-2003) enterró aquella idea, que retomó con ahínco el popular José Torres Hurtado en su primer mandato (2004-2007). Incluso lo envió para que procediera a su estudio medioambiental a la Junta de Andalucía, que no respondió.

Torres Hurtado llegó a asegurar que el Ayuntamiento correría con la financiación de la obra. Presupuestada, entonces, en unos 120 millones de euros, para lo que pidió ayuda a la Diputación, que lo negó al entender que no entraba en sus competencias.

Y llegaron las municipales de 2007, con Javier Torres Vela, como candidato socialista, que lanza como compromiso electoral el Cierre del Anillo, que llamó Ronda Este Metropolitana.

Aquel anuncio del que pudo ser el mejor alcalde de Granada, pero no superó la prueba como candidato, hace forzar al PSOE de Granada y al andaluz a variar radicalmente de opinión, pese a la posterior estrepitosa derrota de del socialista frente a Torres Hurtado.

El gobierno socialista de la Junta, comprometida su actuación, no tuvo más remedio que seguir adelante con el proyecto. El 24 de enero de 2007 encarga el estudio informativo que, dos años después, propuso diez alternativas diferentes de trazado, de las cuales se eligieron tres, que fueron objeto de un posterior estudio de viabilidad.

A propuesta del grupo socialista se llegó a ampliar el plazo. Se presentaron más de un millar de alegaciones, en medio de una gran polémica.

Entre las 1.134, colectivos ecologistas, medioambientales, que se movilizaron en medio de una gran polémica o las de la Asociación de Vecinos y Vecinas Bajo Albayzín y, la presentada por parte del Patronato de la Alhambra, que denunciaba una absoluta falta de rigor de los estudios ambientales y un impacto inasumible para el monumento.

La importancia de esta alegación llevó a la UNESCO a advertir contra la infraestructura y anunciar un informe, que no concluyó, tras paralizarse el proyecto.

La alternativa finalmente seleccionada era la de más longitud de entre las 10 propuestas -11 kilómetros-, la más cercana a la ciudad en la parte norte y la más alejada en la parte sur. Parte de la A-92 en el municipio de Jun, recorre el este de la ciudad junto a El Fargue y conecta con la A-395 al sur del municipio de Cenes de la Vega. Este trazado necesitaba que la A-395 sea transformada de vía rápida a autovía entre la conexión y los túneles del Serrallo, donde comienza la Ronda Sur.

César Díaz y Sebastián Pérez, durante la presentación del Cierre del anillo, en la campaña electoral municipal. INDEGRANADA

Era la opción más económica, 147 millones de euros, -casi dos millones para afrontar expropiaciones- ya que era la única que no tendría que realizarse en su mayor parte en túnel, que era la que más se parecía a la propuesta de Torres Hurtado, lo que tendría un coste de hasta 369 millones de euros.

Requería la construcción de siete pequeños puentes y seis viaductos, los más grandes para salvar los ríos Darro y Genil. Por contra era de las alternativas más baratas, al prescindirse en origen de los túneles. El presupuesto estimado es de 147 millones de euros, de hace hace 12 años, frente a los 369 estimados para el cierre del anillo que pasaba por el Serrallo, el más próximo a la capital y el que más se asemejaría al que propuso en su día Torres Hurtado.

No obstante, era dudosa la salvaguarda medioambiental dado que bordea el cortijo Jesús del Valle, declarado monumento el 27 de mayo de 2005, y también pasa por la Dehesa del Generalife, entorno protegido.

Desde entonces, el PSOE reconsideró su actitud y abjuró de la Ronda Este, -incluso algunos defensores a ultranza del proyecto- que no estuvo nunca ya más en sus programas electorales, ni municipales, ni autonómicos.

Torres Hurtado, en su último mandato y antes de salir esposado del Ayuntamiento, ya no se planteaba el Cierre del Anillo, al señalar que «no había recursos económicos para hacerlo» si bien, añadía que «vendría fenomenal».

Fue ya con Sebastián Pérez como candidato a la alcaldía por el PP, en 2019, quien recuperó la idea, -como el teleférico a Sierra Nevada-, como compromiso electoral, lo que obligaba al Gobierno andaluz de derechas a asumir la promesa, incluido en su programa, del que ya está fuera del partido, pero sigue como concejal no adscrito.

El pasado 13 de septiembre, la consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del TerritorioMarifrán Carazo, retomó el Cierre del Anillo con la licitación del estudio informativo de la Ronda Este, que determinará, según dijo, «la alternativa más viable para su ejecución».

Al día siguiente, el delegado de Cultura y Fomento, Antonio Granados, aseguró que el Cierre del Anillo será «muy respetuoso» con el patrimonio ambiental y cultural.

La terminología engañosa, ¿Cierre de Anillo o Ronda Este?

La intención con la que se emplean las palabras no es neutral. Y, en este caso, el PP gana de momento la batalla dialéctica al perseverar en el Cierre del Anillo, creando la ilusoria idea de que la infraestructura que promete, junto a la Circunvalación funcionará como una M-30, o M-40.

Entrada a los túneles del Serrallo por la carretera de la Sierra. P.V.M.

De ser viable, lo que para ello debe aclarar no pocos impedimentos, desde el escrupuloso respeto medioambiental, al elevado coste, difícilmente servirá para aliviar la congestionada Ronda de Circunvalación, cuando por el Este se verían implicados una media docena de municipios, con una densidad de población reducida.

Más bien serviría como vía alternativa para desplazarse hacia el norte de la provincia, Almería o Murcia, desde el este y el Sur del Área Metropolitana, que concentra la mayoría de municipios y la mayor densidad de población del Cinturón.

Y por supuesto, para los que vengan a la estación de esquí de Sierra Nevada o visitar la Alhambra, si es que hay conexión cerca del monumento, lo que produciría un efecto perverso: venir, ver la Alhambra e irse, sin pisar la ciudad. ¿Le suena a los hosteleros y comerciantes?

¿Por qué ahora?

Más allá del convencimiento y cumplimiento de una promesa electoral, no hay que bucear demasiado para encontrar una respuesta que se asemeja al oportunismo político. Un PP desvencijado en Granada, en la oposición municipal, tras su pésima gestión en la crisis del bipartito, necesitaba, un pequeño golpe de efecto, que recompusiera las filas, aunque sin saber si es suficiente.

Tampoco el Gobierno de derechas andaluz ha brillado en Granada pasado el ecuador del mandato y precisaba, igualmente, de un golpe de efecto, aunque su resolución, de prosperar no verá la luz hasta al menos dentro de dos años, entre la licitación a la empresa elegida, el periodo de alegaciones…

Contaba de antemano con la oposición de la izquierda, con el PSOE al frente, y, por el contrario, del empresariado que siempre le ha sido fiel, cuyas organizaciones han actuado con seguidismo y como extensión popular contra el Gobierno, así como de la ultraderecha y de Ciudadanos, en su recta final.

Además, clara está las aspiraciones de Marifrán Carazo a la Alcaldía de Granada, en la nueva etapa que abrirá el PP de Granada.

Reacciones contrarias

El gobierno local socialista se opuso de inmediato al Cierre del Anillo. Lo expresó con absoluta claridad el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid: No, por innecesario y amenazar a un entorno protegido. Y prosiguió: «No necesitamos Ronda Este sino nuevas líneas de Metro, que es lo quita los coches”.

El alcalde Paco Cuenca salió al día siguiente para criticar que, “cada poco tiempo, alguien se saca esta idea de la chistera y luego la vuelve a esconder. No puede ser que una consejera desde Sevilla dicte lo que hace falta para los granadinos”. Y propuso que el “pastizal que cuesta el Cierre del Anillo debe ser para comerciantes y hosteleros”.

También se oponen, Unidas Podemos y, como hace doce años, movimientos ecologistas y vecinales, a la espera de que se concrete.

Propuesta alternativa de Entrena

En una reciente entrevista con El Independiente de Granada, el presidente de la Diputación de Granada y secretario general del PSOE de Granada, Pepe Entrena, se pronunció al respecto:

“La prioridad en infraestructuras en el entorno metropolitano debería ser el desarrollo del Metro. Si hay dinero para movilidad, si el Gobierno andaluz cuenta con recursos de los fondos Next Generation, debería centrarse en desarrollar el Metropolitano y no desviar la atención. El PP sale ahora con este estudio informativo porque era uno de sus compromisos y se está terminando la legislatura y no había hecho nada. Es darle una patada hacia delante.

Por supuesto, la idea inicial, con el trazado inicial [de la Ronda Este] yo no lo comparto.

De hecho, propongo que se utilice la red de carreteras provinciales, porque están en zona no protegida y con una inversión relativamente pequeña se puede buscar una salida más cómoda. Lo propongo aquí públicamente, que se utilice nuestra carretera que va desde la A-92 hacia Beas de Granada, para analizarla como posible alternativa, que espero que la estudien.

Pero la prioridad que tiene esta capa de contaminación diaria en el entorno metropolitano es quitar coches, y la manera más eficaz es el Metropolitano. Lo otro es un brindis. Tampoco sabemos si hay un estudio objetivo de movilidad, cuánta gente de la zona sur va diariamente hacia Guadix. Eso echa uno de menos a la hora de tomar decisiones de calado; tienes que tener un estudio serio, y una vez que lo tengas, un Gobierno tiene que decidir su prioridad. Si tengo 10 millones y me lo puedo gastar en ampliar la línea de Metro o hago esto». 

La encrucijada del Patronato de la Alhambra

Una de las grandes incógnitas es la de cuál será el pronunciamiento del Patronato de la Alhambra y Generalife. Si será respetuoso con la defensa del patrimonio, y ejercerá con independencia, como hizo el Patronato hace doce años, o, se plegará a los intereses de la Junta.

La gestión desde Sevilla del monumento, como se ha comprobado durante la legislatura, hacen extender la sombra de duda sobre la decisión de la directora, Rocío Díaz, respecto a la firmeza ante el Gobierno andaluz de derecha, del que depende su puesto.

La protección que dilata la Junta

A fecha de la licitación del estudio de esta infraestructura, el Valle del río Darro está desprotegido frente a actuaciones urbanísticas. La Junta no parece tener prisa alguna (y tampoco interés) en corregir la situación provocada por la sentencia que anuló su protección como zona patrimonial. 

¿Alegará la Alhambra, como lo hizo hace doce años? INDEGRANADA

El TSJA dio la razón a un propietario de una de las fincas afectadas por la protección, que mantuvo que no se le había notificado la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. No hacerlo, sostuvo el TSJA, le causó indefensión. Así que la declaración BIC del Valle del Río Darro fue anulada.  

El Gobierno andaluz decidió no recurrir la sentencia y, algo más de un año después de ese momento, no se han dado pasos firmes para volver a proteger este espacio singular. En su momento, la Delegación Territorial de Cultura, que dirige Antonio Granados, anunció que estudiarían las “soluciones jurídicas” para seguir adelante con la protección del bien y opinó que no sería necesario retrotraer los trámites al inicio. Eso fue hace ahora un año y la Junta sigue sin aclarar en qué situación se encuentra el expediente. 

Así que, al menos de momento, por el Valle del Darro podría avanzar una carretera con túneles y puentes.  

Con una extensión de más de 20 kilómetros cuadrados entre los municipios de Beas de Granada, Granada y Huétor-Santillán, el Valle del río Darro, es un paisaje singular que reúne valores arqueológicos, arquitectónicos, paisajísticos, etnológicos, ambientales e históricos que ponen de manifiesto las sucesivas formas de ocupación del territorio vinculadas al aprovechamiento de los recursos, especialmente del río, desde la época romana hasta la actualidad. En su perímetro se incluyen también las áreas monumentales del tramo urbano del cauce y de la Alhambra y el Generalife.

Argumentos a favor:

  • El principal argumento es la descongestión de la Circunvalación.
  • Una inversión millonaria que generará empleo.
  • Los municipios del Sur y Este podrán alcanzar la A-92 con más rapidez.

Argumentos en contra:

  • Quiebra la movilidad a la que aspira la ciudad, en línea con las ciudades modernas y concienciadas.
  • El proyecto supone un elevado coste económico, de difícil encaje con fondos europeos.
  • La posibilidad de construir nuevos complejos residenciales en bolsas cercanas a la infraestructura.
  • Los municipios corren el riesgo de convertirse en ciudades dormitorio del Área Metropolitana de Granada, perdiendo su modo de vida actual.
  • No existe un estudio riguroso sobre movilidad de la zona de influencia.
  • Se incentiva el vehículo privado y, con ello, una mayor quema y dependencia de los combustibles fósiles.
  • Enorme huella ecológica.
  • Las zonas afectadas tienen un gran valor ecológico e histórico y deben ser objeto de una protección especial.

La vuelta a la vieja (y fracasada) movilidad y al urbanismo residencial

La infraestructura plantea una regresión a la movilidad que se pretende superar, en consonancia con la Agenda 2030, desarrollo sostenible, de la ONU, al volver a primar el vehículo privado sobre el transporte público.

También la vuelta al urbanismo residencial-dormitorios, en lugar de primar el de mirar hacia dentro de las ciudades, con el ejemplo de Santa Adela. ¿Se imaginan trasladar ese modelo a otras zonas de Granada?

Rompe la naturaleza del noreste de la ciudad que, prácticamente, cerca a la Alhambra y al Albaicín, dos de los emblemas identitario de Granadas, con taludes de 60 metros -como un edificio de 20 plantas- y movimientos de tierra de gran envergadura.

Quizá la alternativa realmente válida y lógica sea el Cierre del Metro, hacia el Norte y el Sur, para que queden comunicadas más de una veintena de municipios, los polígonos industriales y el aeropuerto

La población metropolitana vive mayoritariamente en la zona suroeste, y la de la provincia en la Costa, unas 400.000 personas que no parece que sean potenciales usuarios de la Ronda Este para sus desplazamientos a diario, porque no les compensaría. Sí a los que se desplacen, preferentemente turistas, a Sierra Nevada o a la Alhambra, con lo que conlleva.

Quizá la alternativa realmente válida y lógica sea el Cierre del Metro, hacia el Norte y el Sur, para que queden comunicadas más de una veintena de municipios, los polígonos industriales y el aeropuerto.

Y pude que el coste de ejecución sea hasta tres veces inferior.

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