PRENSA: Juan Manuel Segura y Francisco Jiménez o el arte granadino por bandera
Hablar de coleccionismo de arte en Granada es hablar de Juan Manuel Segura, Francisco Jiménez y Casa Ajsaris. Nuestros ojos no dan crédito a tantas obras de arte, pictóricas y esculturas de casi un centenar de artistas granadinos o vinculados a Granada, repartidas por las tres plantas de esta vivienda bellamente restaurada del número 10 de la calle Zafra.
Leer en Ideal, 04-02-2018
Nuestros oídos también se resisten a creer que esta colección haya sido ofrecida a la ciudad de Granada y sus dirigentes políticos hayan hecho mutis por el foro. Hartos de tanta desidia, Juan Manuel y Francisco acaban de publicar un completo catálogo-denuncia-testamento en el que se reproduce la colección de arte que han conseguido con gran esfuerzo y dedicación.
Atravesar el portal de Casa Ajsaris es penetrar en un mundo de naturaleza y arte. La primera, presente en el precioso patio con alberca, escenario de numerosas cruces de mayo que merecidamente se han alzado con primeros premios. Aquí, con el trino de los pájaros de fondo, Juan Manuel Segura, nos cuenta la historia de la maravillos colección de arte que han reunido. A modo de prólogo nos cuenta el origen de la denominación del lugar donde nos encontramos. «Casa Ajsaris está situada en el Bajo Albayzin y recibe el nombre del barrio donde está ubicada. Este topónimo después se convierte en Axares que significa salud y deleite», explica Juan Manuel antes de añadir que «desde hace más de 20 años, a todos los alcaldes de Granada se les ha ofrecido la posibilidad de hacer un museo. Lo haríamos nosotros en nuestra propia casa pero las obras están muy apretadas y no hay espacio para poder disfrutar de ellas, estamos buscando una casa más espaciosa. Cuando más cerca estuvimos fue cuando Nino (García Royo) fue concejal de Urbanismo y yo estaba de gerente en la Fundación Albaycín. Entonces descubrimos que la Casa Ágreda era propiedad municipal y todo nuestro empeño fue el de restaurarla para que albergara este museo para la ciudad».
Vicisitudes que cuentan con todo lujo de detalle en el mencionado catálogo ‘Granada Artística en Casa Ajsaris’ y que han querido hacer para que quede constancia de lo que es su colección de arte en este momento, «y si nos ocurre algo y no se puede llevar a la práctica, que sepa Granada lo que perdió». Tras su palabras amargas y de impotencia. Francisco y Juan Manuel nos ofrecen la posibilidad de conocer la colección que permite ver la evolución del arte granadino desde el siglo XVII a la actualidad, disfrutar con sus joyas del barroco y su bonita colección de barros granadinos. «Del siglo XX tenemos de lo mejor, desde López Mezquita a Morcillo, Rodríguez Acosta, Muñoz Lucena, y del barroco piezas importantísimas de Pedro de Mena, que está tan de moda pues hasta el Metropolitan de Nueva York acaba de comprar una pareja idéntica a la que tenemos en nuestra colección», aclaran conforme vamos de estancia en estancia. Nunca han contado las piezas que han conseguido reunir pero, entre pintura y escultura, calculan que «podríamos estar hablando de unas 350 obras de arte». Además, en el catálogo que se puede conseguir en las principales galerías de arte, se repoducen estas obras junto con una reseña biográfica de todos esos pintores y escultores de los que, en algunos casos, no había nada publicado.
En nuestra ruta guiada por ambos nos encontramos en la primera habitación todos los objetos que suelen utilizar en la decoración de la cruz de mayo,«que no haremos más mientras esté la actual concejala», en la siguiente, piezas de Alonso de Mena, José Risueño, de la Escuela de Mora, junto a obras de Mariano Bertuchi, Lozano Sidro y obras religiosas de Bocanegra, Fernando Marín Chaves, Juan de Sevilla, Pablo de Rojas o de Juan Cristóbal, magnífico escultor, autor del Cid Campeador en Burgos y de la estatua de Ganivet en los jardines de la Alhambra. También nos muestran un cuadro de la iglesia de San Luis de Gómez Mir de la que solo quedan los muros de la torre y de la nave y de fiestas de San Pedro de Soria Aedo, maestro de Antonio López, junto a obras de Pedro de Mena, Risueño, Gabriel Morcillo o Bertuchi. Ya en la primera planta nos muestran la vitrina en la que guardan los barros granadinos, siendo el más antiguo de 1802, así como la sala, dedicada a Muñoz Lucena, autor de portadas del suplemento cultural ‘Blanco y Negro’, que comparte espacio con obras de José Larrocha, considerado maestro de todos los pintores granadinos Bertuchi, López Mezquita, Rodríguez Acosta,… y en esta misma estancia un bargueño de Inocencio Molero, varias obras de Apperley… que en muchos casos adquirieron con el dinero que ahorraban cuando viajaban a París llevando en el coche la comida para poder invertir lo ahorrado en obras de arte. En otros casos las obras llegaron vía Argentina pues los mejores cuadros del siglo XX iban a este país porque tenían un poder adquisitivo más alto, pero «con la crisis de los años 70 se tuvieron que desprender de todo. Yo conocía a un marchante catalán que cada vez que veía un cuadro de la escuela granadina me mandaba la foto y me indicaba el precio».
Una de las últimas alegrías se la ha dado una chica hija de un embajador ruso en Indianápolis que está realizando su tesis doctoral sobre Morcillo y estuvo tres días en Casa Ajsaris, donde localizó un cuadro que el pintor regaló a la hija de Franco cuando se casó. En la tercera planta, desde la que se puede contemplar una espléndida panorámica de la Alhambra, al igual que desde las otras, nos muestran un cuadro de grandes dimensiones de Capullino, pintor malagueño, fallecido y enterrado en Granada, otros de Pérez Ortiz, que puso en marcha la fábrica de alfombras La Alpujarreña, un belén de la escuela de Mariano Fortuny, y obras de otros tantos pintores granadinos que estaban pintando santos y bodegones, pero que al ver que Fortuny salía a la calle para pintar se animaron a hacer lo mismo. Ciertamente una pena que Granada se pierda esta espléndida colección de obras de arte reunida con tanto esfuerzo y pasión.
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