Casa Agreda del Albayzín. El Patrimonio no Se Vende – por Ágreda Pública
Tras la Junta Municipal de Distrito celebrada el pasado 22 de Octubre, la Asociación de Vecinos Bajo Albayzín quiere expresar una vez más y con total rotundidad su rechazo frontal a la cesión-venta de la Casa Agreda por parte del Ayuntamiento de Granada a una entidad privada .
En esa reunión vecinal, tuvimos la oportunidad de conocer de la mano de los representantes de la citada entidad privada, las intenciones de la misma para dicho bien patrimonial. Sin poner en duda el fin asistencial último y general expresado por dicha entidad, sí nos sorprende la indefinición de dichas intenciones aplicadas a la Casa Agreda: aún no tienen un proyecto claro para el espacio y enumeran una serie de iniciativas sin concretarlas para cada espacio de tan singular inmueble. El programa de usos que proponen es genérico y podría aplicarse a cualquier lugar (proyectos culturales, formativos y de asistencia; acoger a entidades sin espacios propios; centro de exposiciones y actividades culturales; residencia universitaria temporal para estudiantes sin recursos, programa de atención a las víctimas de violencia de género). Ello nos lleva a preguntarnos, por un lado, por el interés concreto y a largo plazo de esta entidad por la Casa Agreda y, por otro, a proponer que negocie con el Ayuntamiento otra ubicación más idónea y accesible para sus actividades. El Ayuntamiento posee otros solares y espacios.
Por otro lado, a día de hoy no ha habido una explicación clara y directa a los vecinos por parte del ayuntamiento, para justificar dicha cesión-venta de este bien público en concreto.
En un barrio histórico, patrimonial y habitado con una clara carencia de equipamientos públicos, llama la atención la cesión y venta de la Casa Agreda por parte del Ayuntamiento. Si atendemos a la historia reciente de la gestión de este palacio, la incongruencia de esta cesión-venta es aún mayor. Hace cerca de 10 años el ayuntamiento justificó la adquisición definitiva del palacio e hizo una enorme inversión para realojar a sus entonces inquilinas en aras de poner el inmueble a disposición de la ciudad, como bien público, alegando precisamente la falta de equipamientos públicos que adolece el barrio. En este tiempo, la situación no ha cambiado, en todo caso, la necesidad de equipamientos públicos es más acuciante para garantizar la pervivencia de un barrio patrimonial vivo. Por lo que la cesión-venta de la Casa Agreda no solo supone un enorme despilfarro de recursos sino un despropósito en materia de gestión. A su vez, a lo largo de todos estos años, se ha empeorado el estado de conservación de la casa Ágreda al estar cerrada y deshabitada, totalmente abandonada por el Ayuntamiento.
No es de extrañar este vaivén de criterios y estos cambios de objetivos por parte de una institución, el Ayuntamiento, que no ha sido capaz de sacar adelante un Plan Especial de Protección para el barrio pendiente desde hace años. El Plan hubiera fijado criterios objetivos que más que probablemente hubieran establecido la Casa Agreda como el gran equipamiento público necesario para la parte baja del Albayzín. Sin embargo, la demostrada y convenida dejadez y pereza del Ayuntamiento para sacar el plan adelante le ha servido también para navegar en la indefinición y actuar según las conveniencias de cada momento. En el caso de la Casa Agreda, la falta de plan, es decir, la falta de un proyecto consensuado y participado con los vecinos para el barrio, le ha servido para eludir sus responsabilidades tanto hacia los vecinos, que hemos venido reclamando la rehabilitación de ese espacio para ponerlo a disposición del barrio y de la ciudad, como hacia el patrimonio. Incapaz de gestionar su patrimonio, el Ayuntamiento decide deshacerse de uno de los palacios más importantes del barrio y de la ciudad, con la consiguiente irreparable pérdida para el Albayzín y para Granada.
Recordamos que este sábado, tras la concentración prevista a las 12h en las puertas cerradas del Museo Arqueológico, nos trasladaremos a las puertas también cerradas de la Casa de Agreda, ¡no faltes! Será un buen momento para decir alto y claro:
El Patrimonio no se vende. Se rehabilita con rigor técnico, científico e histórico.
El Patrimonio no se vende. Se abre al público.
El Patrimonio no se vende. Se gestiona.
El Patrimonio no se vende. Se pone a disposición de la ciudadanía.
El Patrimonio no se vende. Se convierte en un espacio público vivo.
La Casa Agreda debe seguir siendo de todos. Agreda Pública.
1 Comentario
Los intereses privados no deben de prevalecer sobre los públicos y mucho menos sobre el patrimonio histórico y cultural de una ciudad