La plaga de pintadas, más allá del Albaicín
El histórico barrio granadino no es el único que padece de este tipo de desperfectos en muchas de sus viviendas y construcciones más emblemáticas; también el distrito centro de la capital y barrios como el de Sagrario conviven con pintadas que muchas veces inundan zonas sensibles para el turismo, como el entorno del Mercado de San Agustín o la propia catedral de Granada.
Leer en Granada Digital, 25-08-2015
Granada es la tercera ciudad más fotografiada de España. Entre las instantáneas que los turistas se llevaran a sus lugares de origen seguro que se encuentra desde el rincón más espectacular de la Alhambra hasta la imponente fachada de la catedral, pasando por el barrio Patrimonio de la Humanidad que es el Albaicín; precisamente muchas de esas fotografías darán fe de un problema que vecinos de la zona vienen denunciando en los últimos meses: la plaga de pintadas y graffitis que proliferan en cada esquina; una situación que también afecta a otras zonas de Granada, en especial al distrito centro y a barrios como el de Sagrario. Entre museos como el de José Guerrero, lugares de interés turístico como la Plaza de la Romanilla o la propia catedral de la ciudad, se extienden callescubiertas de este arte -para unos-, vandalismo -para otros.
“Esto es un tema que lleva muchos años. Es incivismo”, explica el presidente de la Asociación de Vecinos de Sagrario-Centro, Francisco Javier Guadalupe. Este vecino del centro se muestra desesperanzado con un problema que afea el barrio y en nada ayuda a hacer de Granada una ciudad turisticamente más atractiva. Más bien al contrario. Los aledaños de la catedral, puntos calientes para el turismo como el mercado de San Agustín o la misma Gran Vía, así como muchas de sus calles adyacentes, encuentran sus paredes marcadas con ‘tags’ -graffitis identificativos de su autor- y todo tipo de pintadas que, en algunos casos son ejemplos de arte urbano y en otros, de una polémica forma de expresarse.
Ante esta situación, asociaciones de vecinos como la del Albaicín han venido haciendo saber cada nueva pintadaque se producía en el barrio a la par que han demandado soluciones y medidas al Ayuntamiento de Granada.
Por su parte, el Consistorio de la ciudad ya ha emprendido alguna medida para intentar atajar el problema, como la iniciativa ‘Granada+Imagen’, un programa que facilita que los jóvenes que practican el graffiti lo hagan en zonas especialmente habilitadas para ello; o la convocatoria de subvenciones para que las comunidades de vecinos así como los comerciantes puedan realizar la limpieza de sus fachadas. En este sentido, el Ayuntamiento ya ha puesto a disposición de la ciudadanía una partida de 40.000 euros ampliables, que irán destinados a sufragar el 50 por ciento de los costes de la reforma así como el importe efectivamente abonado de las tasas e impuestos municipales que se devengan como consecuencia de la actuación, con un máximo de 500 euros.
Otra línea de actuación tiene que ver con las sanciones a quienes practiquen este tipo de pintadas, que han pasado de ser económicas a sociales. Ahora, quienes realicen este tipo de acciones se enfrentaran a trabajos en beneficio de la comunidad que incluirán la limpieza de las propias pintadas.
Y sin embargo, hasta el momento las medidas emprendidas saben a poco en unos barrios turísticos -como el del Albaicín y el de Sagrario-Centro- que encuentran muchos de sus puntos de interés amenazados por las pintadas. “La policía ya ha cogido a gente pintando, pero…” concluye Francisco Javier Guadalupe.
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