Los vecinos del Sacromonte reclaman en la calle las promesas incumplidas
Piden el arreglo del acceso al Museo de las Cuevas, deteriorado por un derrumbe en el Barranco de las Negras Consideran que el barrio está abandonado porque «no da ruido»
Leer a Lourdes Mingorance en Granada Hoy, 07-05-2015
Los vecinos de los barrios de Granada están en pie de guerra. Saben que ahora es el momento de hacer oír sus voces para que los partidos que se presentan a las elecciones municipales incluyan en sus programas sus peticiones. Propuestas que con anterioridad han sido solicitadas formalmente en las Juntas Municipales de Distrito sin encontrar respuesta o que se les prometieron años atrás para después caer en saco roto. «Hoy intentamos contar todo lo que venimos reclamando estos últimos años», afirmó ayer Francisco Javier Ballesteros, uno de los portavoces de la Asociación de Vecinos del Sacromonte que ayer leyó un manifiesto para acabar con el estado de «abandono» en que se encuentra el barrio.
El sitio elegido para hacer esta reivindicación en la que estuvieron presentes otros colectivos afectados y el artista granadino Curro Albaicín no fue casual. Los vecinos convocaron a los medios de comunicación a los pies del Barranco del Negro, acceso natural al Museo de las Cuevas del Sacromonte que en estos momentos es prácticamente inaccesible como consecuencia de un derrumbe que llenó la vía de escombros y polvo. «Llevamos un año y cuarenta días pidiendo que lo arreglen. En cualquier otro sitio de la ciudad no creo que hubiera estado un derrumbe tanto tiempo», remarcó Ballesteros que reconoció que el Ayuntamiento de Granada y la Junta de Andalucía llegaron a un acuerdo para el arreglo el pasado mes de septiembre que finalmente no se ha producido.
«Las administraciones siempre se agarran a que no hay dinero para ejecutar las obras. Sin embargo sabemos de otras intervenciones que se realizan en otros puntos de la ciudad» criticó Ballestetos. Para él, este derrumbe es sin duda alguna «el ejemplo del desinterés que existe hacia este barrio, uno de los más turísticos de la capital donde además no se cumplen otras muchas peticiones vecinales.
Una de ellas es aumentar las labores de limpieza pues la suciedad «crea una imagen devastadora para nuestro comercio y el tejido empresarial de nuestro barrio», dijo Ballesteros. En este sentido, remarcó los problemas que pueden derivar de esta falta de limpieza pues «hace años que no vemos un equipo adecentando los parterres, o desbrozando las zonas susceptibles de incendio».
Por otra parte, solicitaron el soterramiento de los contenedores de basura del Camino del Sacromonte comenzando por los puntos situados en Peso de la Harina, Camborio y Puente Quebrada que se suma a una reivindicación clásica ya: el soterramiento del cableado eléctrico. Una solicitud que debería estar resuelta hace ya tiempo pues fue una de las promesas electorales que el Partido Popular realizó en la anterior campaña electoral junto con la plantación de arriates y taludes y la instalación de bancos en el Camino del Sacromonte.
Sin embargo, cuatro años después nada ha cambiado y, según aclaró Ballesteros, los cables siguen «sobrevolando» los núcleos de población más densos con el peligro que conlleva mientras que existen canalizaciones subterráneas vacías.
Por otra parte, los vecinos exigieron más equipamientos públicos. En concreto, la creación de un parque o una zona común donde puedan reunirse y que disponga de columpios para niños o máquinas biosaludables. «Nuestros niños tienen que jugar en la calzada», lamentó Ballesteros que añadió la necesidad de instalar unos aseos públicos en el Camino del Sacromonte.
Por último, respecto a la movilidad, exigieron solucionar los problemas que genera la acumulación de microbuses turísticos que saturan y bloquean la circulación en el barrio de 20:00 a 00:00. «Un pinchazo, un atasco o cualquier incidente nos deja expuestos a no poder disponer de una ambulancia o de un coche de bomberos».
Asimismo, exigieron la colocación de marquesinas en las paradas de autobús que protejan del sol o de la lluvia y solicitaron un plan de unión de las riberas del río Darro que permita dar un acceso peatonal al barrio. «Esta sería una forma de conectar la ciudad con el Sacromonte y el valle de Valparaíso generando un paseo histórico, paisajístico y saludable recuperando las vías pecuarias y las servidumbres de paso.
«En los últimos años hemos exigido miles de cosas y no nos han hecho caso. Parece que si el Sacromonte no hace ruido nadie le atiende», lamentó Ballesteros. Sobre esto, dijo que el equipo de Gobierno actual ya conoce sus demandas. Por eso, han decidido solicitar todas estas peticiones en la misma semana en que se inicia la campaña electoral: «Para que todas las formaciones políticas que están elaborando sus propuestas incluyan el Sacromonte como una cosa importante dentro de la ciudad. No un barrio que sea especial pero que si tiene unas necesidades especiales».
A su juicio, «como los turistas salen contentos del Sacromonte se cree que las actuaciones son suficientes». Sin embargo, para ellos el barrio debería estar «mucho mejor, más atendido en la política municipal». El manifiesto presentado por la asociación cuenta con el apoyo de otros colectivos como los empresarios del barrio, las asociaciones culturales y los vecinos.
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