Historia Ilustrada de Granada. Granada Nazarí

Granada nazari

Granada Digital, 02-01-2014     Jaime Martín

Después de la Batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, el poder musulmán en la Península Ibérica comenzó un declive irreversible, que aprovechan los reinos cristianos para volver a ocupar los territorios años atrás perdidos, protagonizando un fenómeno llamado “Reconquista“.

Al Ándalus se vuelve a dividir en pequeños reinos de Taifas, mermando así su poder. Un líder andalusí llamado Iben Hud, desde Murcia, intentó la reunificación de los territorios musulmanes hispanos, apoderándose de la mayor parte de al-Ándalus. Mientras esto sucedía, otro aristócrata de rancio abolengo, Muhammad ibn Nasr, consiguió ser reconocido sultán de la provincia de Arjona, y más tarde de las de Guadix, Baza y Granada.

La población aumentaba felizmente con la ciudad, siendo necesario levantar nuevas murallas, con altas torres, que protegieran sus arrabales. Los herederos de la dinastía Nazarí, Yusuf I y Muhammad V, reyes durante el siglo XIV darían el máximo esplendor al periodo musulmán de Granada.

Último Bastión

Los reyes nazaríes lograron mantener una porción del territorio andalusí durante dos siglos y medio. La mayor parte de la Península Ibérica cayó en poder de los reinos cristianos progresivamente.

El último bastión musulmán en Europa pervivía orgulloso, pero… ¿hasta cuándo?

A partir de la segunda mitad del siglo XIII, coincidiendo con el eficaz reinado del Nazarí al-Ahmar, Granada experimentó una prosperidad sin precedentes. Se vio favorecida por una paz duradera con Castilla y los vecinos reinos de taifas. Las copiosas mercaderías afluían al Funduq, y de aquí a la Alcaicería, conocida en todo el Islam, en largas caravanas que venían de Oriente. La vega del río Genil surtía las casas granadinas de variedad de sabrosas frutas y hortalizas.

Los Granadinos

La familia en la Granada medieval estaba compuesta por una media de 6 miembros. Los hombres podían tener hasta 4 esposas, mientras pudiera mantenerlas. Las mujeres llevaban velo, pero no era raro que llevaran la cara descubierta. Era una sociedad de agricultores y ganaderos, pero supieron desarrollar industrias como la seda o el azúcar.