El PSOE implica al Gobierno en la conservación del Albaicín
El grupo parlamentario socialista exigirá al Gobierno de España que asegure el cumplimiento de las exigencias de protección y conservación del barrio del Albaicín en virtud de su declaración como Patrimonio de la Humanidad. Para ello, desde el PSOE reclaman al Ejecutivo que se dirija tanto a la Unesco, como “Estado parte” de la declaración, así como al Ayuntamiento de Granada, como responsable del barrio, para frenar “el grave deterioro del barrio” y garantizar los objetivos de esta figura de protección.
Los socialistas, que presentarán una proposición no de ley en el Congreso al respecto, fundamentan su reclamación en la adhesión del Ejecutivo central a la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, en la que se enmarca la declaración en 1994 del barrio granadino como Patrimonio de la Humanidad.
La iniciativa de los socialistas urge a que se cumplan las exigencias que esta Convención establece a las autoridades e instituciones responsables de este patrimonio “para garantizar la protección, la conservación eficaz y su revalorización en las condiciones adecuadas, teniendo en cuenta la opinión de los vecinos afectados”.
El diputado socialista Manuel Pezzi ha alertado del riesgo de que la Unesco retire la calificación como Patrimonio Mundial al emblemático barrio granadino, de acuerdo con los propios principios de esta Convención, por lo que ha exigido actuaciones inmediatas para evitarlo.
El representante socialista ha incidido en que tanto el Albaicín, como el Sacromonte, continúan sin Plan Especial a pesar de su “acentuada” fase de deterioro. Según ha señalado, las decisiones de modificaciones puntuales de cambio de uso de edificios que paulatinamente se van efectuando no hacen sino “perder la visión de conjunto y provocan que el resultado final sea impredecible”.
A juicio de los socialistas, la decisión del Ayuntamiento de archivar el expediente de tramitación del Plan Especial compromete la propia calificación del barrio como Patrimonio de la Humanidad, algo de lo que ya alertara en 1996 el entonces director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza.
“Falta de respuesta, de capacidad y de solvencia”
“El futuro del conjunto del Albaicín y el Sacromonte ha sido de nuevo comprometido por la falta de respuesta, capacidad y solvencia de quien tiene las competencias, el Ayuntamiento de Granada, que no puede en ejercicio de ellas alegar cansancio o hartazgo en sus funciones políticas o administrativas”, indican los socialistas en la iniciativa, en la que recuerdan además que los ayuntamientos están obligados a realizar su planeamiento y a presentarlo a las administraciones que tiene la tutela en las condiciones legales preceptivas.
También apuntan que los ayuntamientos han de aportar los documentos y la planimetría como se exija, sin poder trasladar a un tercero la responsabilidad que la ley da en exclusiva al Consistorio.
El Albaicín obtuvo la declaración de Patrimonio de la Humanidad en 1994, ampliándose de este modo la protección que ya tenían la Alhambra y el Generalife desde 1984. De acuerdo con el artículo quinto de la Convención, era necesario adoptar las medidas jurídicas, científicas, técnicas, administrativas y financieras adecuadas para identificar, proteger, conservar, revalorizar y rehabilitar este patrimonio.
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