Apoyo de los vecinos del Albayzín a Juan Manuel Segura, exdirector de la Fundación Albaicín
Desde que Juan Manuel Segura se hizo cargo de la Fundación Albaicín en el anterior mandato municipal no han cesado las críticas hasta hoy. Ningún responsable de la Fundación ha sido objeto de tanta calumnia, infamia o difamación, ni su gestión de tanta mentira y falsedad. Y todo porque se trataba de un vecino, cuyo mérito era el exhaustivo conocimiento del barrio y no el formar parte de una “élite” funcionarial, política, profesional o económica de la ciudad.
Sin embargo, para los vecinos del barrio difícilmente se encontrará un responsable que asuma la dirección de este organismo con la dedicación y disposición que lo ha hecho él. Los vecinos hemos encontrado siempre una persona dispuesta a atenderles, aunque sus demandas no fuesen específicas de la Fundación, una persona que ha estado atenta a cuanto acontecía en el barrio, mirando y planificando para que las actuaciones se hiciesen acordes con los valores de este barrio Patrimonio Mundial, que ha llevado una gestión transparente, dando cuenta de cuantos proyectos se estaban ejecutando, peleando porque se respetaran los plazos, se ejecutaran con las condiciones de calidad que el barrio requiere, recuperando materiales para dignificar espacios, aunque fuesen pequeñas plazas, antes simples y ahora lugares de encuentro agradables con arbolitos, fuentes, bancos,… que ha tratado de coordinar áreas municipales para evitar actuaciones sucesivas, tratando de dar soluciones para mejorar la limpieza con contenedores ocultos,… Se ha recorrido el barrio a pie o en autobús, nunca en coche oficial, no ha dudado en usar el suyo para transporte de materiales si con eso se conseguía mayor celeridad, ha peleado por conseguir presupuestos más ajustados a los costes reales porque no estaba dispuesto a que la Fundación tuviera que pagar de más, ha estado pendiente de los detalles, porque como dicen los vecinos que lo conocen, gestiona las obras como si fueran para él.
En definitiva un responsable que cree en la participación y que ha informado de las actuaciones, que ha hablado con los vecinos de la zona, con las asociaciones, con la Junta de Distrito,… que su despacho siempre ha estado abierto a las sugerencias y a las criticas.
Pero sus actuaciones no se han limitado a gestionar planes y actuaciones urbanísticas, ha defendido en la Comisión del Pepri los valores de nuestra arquitectura como un valor propio del Albayzín, ha luchado contra la rehabilitación especulativa y a favor de una rehabilitación social que atendiera a las personas de escasos recursos del barrio, a favor de una rehabilitación demográfica del Albayzín con viviendas dignas para alojar familias, tanto de las que se han tenido que ir, como de las que eligen este barrio para vivir, pero que tanto unas como otras hicieran crecer el tejido poblacional y dieran estabilidad demográfica al barrio. También ha conseguido poner en marcha programas estables de visitas para dar a conocer los valores del barrio (cármenes y patios albayzineros), publicaciones, Cruces de Mayo, exposiciones, aljibes, conciertos en el Aljibe del Rey,…) Un espacio que siempre ha tenido abierto a las necesidades de los vecinos, como espacio público que es.
Pero como decía este verano una asidua asistente a los conciertos de los viernes en el Aljibe del Rey, esto ya no es lo mismo. Porque Juan Manuel, estaba allí, atendiendo, acompañando, explicando, animando,… ilusionado por crear espacios de encuentro para la ciudad y el Albayzín. Nadie se sentía extraño.
Estas actitudes que le han valido las felicitaciones de la vecinos y de otras muchas personas, también le han generado las malicias de quienes no han podido utilizar los reformados para conseguir aumentar el presupuesto de una obra; de quienes se han considerado únicos valedores del barrio y han sentido malsana envidia porque alguien distinto a ellos ejecutaba inversiones para el barrio, carentes del conocimiento de las actuaciones ejecutadas en el barrio, ni de quienes han sido los responsables de su estado; de quienes han pretendido justificar sus proyectos en su vanidosa profesionalidad ajena a la sociedad y beneficiosa del erario público, torpedeando intervenciones tras intervenciones; de quienes han antepuesto intereses de partidos políticos al servicio público que se debe prestar desde las instituciones.
La Asociación de Vecinos Bajo Albayzín ha recogido en estos días no solo el sentir de sus socios, sino de otros muchos vecinos del barrio que nos han reclamado hacer público este apoyo y reconocimiento a una persona que ha trabajado duramente por el barrio, desde el barrio. Y eso algunos no lo perdonan.
Granada a 12 de septiembre de 2007
El Presidente
Fdo.: Manuel Navarro Lamolda
Texto aprobado por la Asociación en su reunión de Junta Directiva y vecinos, celebrada el martes 11 de septiembre.