Situación de Calderería, Elvira y Plaza Nueva
Tras varias reuniones en las que hemos analizado la situación que presenta la zona de Calderería, Elvira y Plaza Nueva, y después de mantener una reunión con representantes de las tres policías, la Asociación DENUNCIA que la situación que padecemos desde hace años, no ha mejorado, por el contrario, ha empeorado, y esa situación puede convertirse en irresistible a partir de la primavera con la llegada del buen tiempo.
Los vecinos tienen que sufrir a diario la existencia de vendedores de droga permanentes especialmente en Calderería, que situados delante de las puertas de sus casas o comercio, ofrecen su mercancía sin tapujos delante de niños, se pinchan o tomas su droga sin ningún reparo.
A esto hay que añadir los robos de navajeros, o carteristas que atracan a vecinos o visitantes con el mayor descaro, como ocurrió recientemente en el domicilio de una norteamericana en San Miguel Bajo, o el intento de un ladrón a las tres de la madrugada de entrar por el balcón en otra casa de la zona.
A esto hay que añadir una tribu de pedigüeños, que intimidan, acosan, insultan, obstaculizan el libre acceso por Calderería, San Gregorio, Santa Ana, Carvajales,… y que causan molestias con sus permanentes tambores, perros sueltos, peleas,…
A esto hay que añadir la movida nocturna en Elvira, Plaza Nueva, Carrera del Darro, Carvajales,… que aumentará a medida que suban las temperaturas y que impiden el descanso y el sueño de los vecinos, destrozan mobiliario urbano, lo llenan todo de residuos y desperdicios e inmundicias.
Ello se ve favorecido por la falta de control en el horario de cierre de los bares, un grupo de los cuales burlan la ordenanza de saturación, solicitando permiso de bar ordinario y actuando después como bar con música; con la venta de bebidas en tiendas de frutos secos,…
Si a ello añadimos las deficiencias en limpieza, con acumulación de basuras y restos de mobiliario y enseres,… que son origen de incendios fortuitos o provocados que ponen en riesgos a las personas que habitan esta zona donde las viviendas tienen una gran cantidad de maderas y las calles estrechas podrían provocar un escenario dantesco. El último de estos incendio se produjo la noche del lunes, que gracias a los extintores de un negocio cercano no provocaron ese desastre.
Los vecinos sentimos una impotencia ante esta situación que dura años, sin que las autoridades y la policía, por falta de personal y recursos, o falta de pruebas suficientes, son incapaces de dar solución a estos problemas.
Ni un barrio Patrimonio de la Humanidad, ni unos niños merecen la degradación que sufre esta zona de nuestro universal barrio, por ello se ha invitado al Subdelegado del Gobierno, como responsable de la seguridad ciudadana para recorrer la zona con miembros de esta asociación y poder conocer y comprender la demanda de nuestra asociación.
Igualmente se presentan denuncias ante el Defensor del Pueblo, y los Servicios de Atención al Menor.