Ni un monumento del siglo XI, como es el alminar de la antigua mezquita Masyid al-Murabitin, ni una placeta como la del Almirante, se libran de coches y motos invadiendo y ocupando su espacio público y peatonal.
Motos aparcadas de forma continua junto al Aljibe de Trillo
Al final de la calle Aljibe de Trillo y el arranque de la calle Guinea, frente al propio aljibe es habitual encontrar motos aparcadas, pese a las escasas dimensiones de la calle y suponer un obstáculo para el tránsito de las personas.
De motos y coches por el barrio
Hay quienes se salta un disco de zona peatonal y sin conocer se meten en un callejón sin salida como es la calle Huerto, por su estrechez, o los Grifos de san José por sus escalones y ángulos rectos. Al final vecinos y visitantes tuvieron que ayudarle a salir marcha atrás. Otros coches invaden por completo nuestras plazas sin dejar hueco ni para sentarse en los bancos. Otros tampoco parecen mirar mucho y no encuentran otro sitio mejor para dejar la moto que delante del aljibe de la Vieja.
La invasión de las motos
Últimamente, el barrio sufre una verdadera invasión de motos. Su uso se ha multiplicado considerablemente. Si bien son vehículos que no ocasionan demasiados problemas de movilidad en el sentido de fluidez de la misma (otra cosa sería hablar del ruido y la contaminación de algunos de los modelos más comunes), sí causan graves estragos en cuanto a aparcamiento y ocupación de la vía pública.
Aparcadas en la peatonal Placeta del Almirante
En la iglesia había algún evento … y vinieron motorizados.