Los alojamientos no reglados reciben al triple de turistas que los hoteles
Granada registró en 2013 más de 19,1 millones de pernoctaciones en apartamentos clandestinos y viviendas particulares, frente a los 5,6 millones de estancias en los alojamientos registrados
Granada Hoy, 12-10-2014 Guadalupe Maldonado
La lucha contra el turismo ‘clandestino’, el que pasa por Granada pero no se aloja en establecimientos oficiales, está más que justificada. El contraste entre las calles llenas de viajeros y los hoteles medio vacíos tiene una explicación: los establecimientos no reglados, los apartamentos, casas o incluso habitaciones sueltas que se anuncian por toda la red y que no figuran en ningún registro oficial, escapando a todo control estadístico, laboral, fiscal y de seguridad. Los datos no son para tomárselos a broma. En la última edición del Anuario Económico de La Caixa se cifran las pernoctaciones no regladas, las que no acaban repercutiendo en ningún negocio real, y el resultado es escandaloso: en Granada se registraron a lo largo del año pasado 19,1 millones de pernoctaciones no regladas, frente a los 5,7 millones de estancias que facturaron los establecimientos hoteleros, los camping, las casas rurales y los apartamentos registrados.
Entre esas pernoctaciones no regladas no sólo se incluyen los apartamentos ‘clandestinos’, esas viviendas con uso turístico que ahora se ha propuesto regular la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía. Según explica en su metodología el servicio de estudios económicos de La Caixa, en las pernoctaciones no regladas están incluidas todas aquellas que se producen «en lugares no controlados o reglados, tales como apartamentos no legalizados y viviendas particulares». Es decir, que también se incluyen las estancias de aquellos viajeros que llegan a Granada y se alojan en viviendas de familiares y amigos. Pero, por una cuestión matemática y a juzgar por la enorme preocupación del sector ante la competencia desleal que suponen los apartamentos turísticos alegales, es una obviedad que la mayoría de estas pernoctaciones no se producen en casas particulares.
El impacto de esta oferta alternativa de alojamiento es enorme. Si todas las pernoctaciones no regladas se convirtieran de la noche a la mañana en pernoctaciones regladas -ya fuera por el trasvase de viajeros a los alojamientos oficiales o por la conversión de los que ahora son alojamientos no reglados en establecimientos legales-, el negocio turístico de Granada se multiplicaría por tres. Aun cuando redujéramos esos 19,1 millones de pernoctaciones a la mitad, suponiendo que más de 9 millones de estancias se realicen cada año en casas particulares, el número de clientes y de pernoctaciones se duplicaría.
Tan relevante es esta cifra de pernoctaciones no regladas que supone, de hecho, el 77,5% del total de las pernoctaciones que registró Granada a lo largo del año pasado, que superaron los 24,7 millones. Esa cifra, en un momento en el que los empresarios turísticos se quejan de una caída de la rentabilidad sin precedentes y un exceso de oferta, es preocupante.
Quizá lo es todavía más porque no para de crecer. En el último año, el número de pernoctaciones no regladas ha crecido un 7,1%. Según el Anuario Económico de La Caixa, en el año 2012 la provincia registró 17,9 millones de pernoctaciones no regladas, lo que significa que en el último año, al amparo del boom de los portales de reservas de apartamentos turísticos anunciados por particulares, se han sumado 1,3 millones de pernoctaciones ‘alternativas’.
El secretario general de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo, Antonio García, aseguró que «es evidente que ese enorme porcentaje de pernoctaciones no controladas no pueden corresponder únicamente a alojamiento en casas de familiares». Es decir, que la gran mayoría acaba en alguno de los establecimientos no reglados que se comercializan a través de internet y que han conquistado a miles de usuarios.
Hacer lo posible por regular esta situación es una prioridad para el sector y para las administraciones públicas. La Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada ha puesto en marcha la Mesa contra la Competencia Desleal precisamente para atajar un problema que amenaza seriamente la ya dañada rentabilidad de los negocios turísticos. Tras sus primeros meses de trabajos, la Federación destaca la implicación de las instituciones, especialmente de la Inspección de Turismo de la Junta de Andalucía, que «con escasos recursos» está llevando a cabo un «ingente trabajo» para combatir la competencia desleal. García destacó también el trabajo conjunto de la Inspección de Trabajo, de los ayuntamientos y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, que están haciendo lo posible por ‘cazar’ las viviendas ilegales repartidas por toda Granada.
La lucha de la Junta de Andalucía contra este fenómeno ha tomado otro derrotero que ha levantado ampollas entre los empresarios del sector. El borrador del decreto de viviendas de uso turístico ha enfrentado en los últimos meses a la administración y a las patronales empresariales de Andalucía, que aseguran que la legislación se limitará a dar ‘carta blanca’ a todos los apartamentos ilegales de la provincia, que no jugarán con las mismas reglas al someterse a unos requisitos mucho más laxos que el resto de los negocios.
El delegado de Turismo de la Junta de Andalucía en Granada, Manuel Morales, apunta que el objetivo primordial para la administración autonómica es lograr que «aflore toda la economía sumergida» que hay en el sector, especialmente relevante en las ciudades de Granada y Sevilla, las más afectadas por la presencia de apartamentos clandestinos. «Una vez que las viviendas estén dadas de alta, tendrán un número de registro que se pondrá en conocimiento del Ayuntamiento, de Hacienda y del resto de las administraciones», indica Morales, que asegura que la idea es «que toda la actividad en negro pase a fiscalizarse», siendo controlada también por las fuerzas de seguridad del estado. «La manga ancha ya la tienen desde el punto de vista de la Ley de Arrendamientos Urbanos, que permite alquilar las viviendas por días sueltos», apunta el delegado de Turismo, que destaca las ventajas de que esos apartamentos que ya tienen ‘permiso’ para ser alquilados por turistas se regularicen.
En respuesta a las críticas de los empresarios sobre el hecho de que el borrador no ponga ninguna limitación al periodo de alquiler (los hosteleros han pedido que sólo se considere turístico cuando se contrate por más de cinco días), Morales recuerda que «no hay capacidad de inspección suficiente» para diferenciar entre los apartamentos que alquilan por cinco días y los que lo hacen por menos. «Al poner el listó bajo obligamos a todos a darse de alta y podemos inspeccionarlo. Con el decreto, si alquilas una casa tendrás que darte de alta en el registro y se te exigen unos requisitos de calidad, así que yo puedo inspeccionar». Además, la idea de Turismo es cruzar los datos del registro turístico con Hacienda, de forma que se pueda ejercer un control fiscal y laboral para obligar a los propietarios de viviendas turísticas a jugar con las mismas reglas del juego que cualquier empresario.
Pese a todo, es un hecho que los empresarios no están contentos. Para empezar, acusan a la Junta de Andalucía de no haber buscado el consenso con los principales afectados, y de hacer oídos sordos a sus reivindicaciones. Según apunta el secretario general de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo, el último borrador del decreto de viviendas de uso turístico aprobado por la Comisión Permanente del Consejo Andaluz de Turismo no contempla la regularización y responsabilidad de las entidades intermediarias; sigue permitiendo el alquiler de habitaciones sueltas en lugar de limitarlo a viviendas completas; tan solo obliga a entregar al cliente un recibo y no una factura; y, sobre todo, no se ha impuesto una estancia mínima de cinco días para las viviendas de uso turístico, una ‘línea roja’ vital para los empresarios.
Además, la última versión del decreto introduce un nuevo artículo que no había en los anteriores que, según los empresarios, también perjudica a los hosteleros y a los servicios auxiliares del sector. El artículo 7 apunta que «las viviendas de uso turístico podrán ofrecer cualquier tipo de servicio o actividad complementaria al alojamiento, singularmente desayunos». Según la Federación de Hostelería de Granada y la Federación Andaluza de Hoteles, Apartamentos Turísticos, Hostales y Pensiones (Fahat), esto perjudicará a los bares y restaurantes, que ahora son los únicos que se benefician de alguna forma de la llegada de estos visitantes ‘clandestinos’.
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