Comunicado de la manifestación del 9 de noviembre de 2006 reclamando un barrio seguro y habitable
Ante la continua ola de atracos violentos que viene padeciendo el barrio desde el mes de septiembre y ante la falta de respuesta eficaz por parte de las autoridades, Policía Nacional, juzgados,… Los vecinos acordamos la celebración de una concentración y manifestación el día 9 de noviembre de 2006 a las seis de la tarde, que partiendo desde la calle Zenete, donde una vecina fue apuñalada hasta la Subdelegación del Gobierno en Gran Vía, donde se leyó el siguiente comunicado:
Estamos concentrados aquí porque hace casi un mes una vecina sufrió un atraco con apuñalamiento que casi la desangra a las puertas de su casa. Estamos aquí porque, aunque con menor gravedad, desde mediados de septiembre venimos denunciando un incremento de la delincuencia, manteniendo reuniones con la policía, sin que se hayan puesto los medios para lacar con esta oleada.
Por eso una vez más, y es la tercera, las vecinas y vecinos tenemos que manifestarnos para llamar la atención de nuestras autoridades ante un problema como la inseguridad del barrio, que lejos de resolverse, cada vez surge con más violencia. De los rateros de ayer hemos llegado a los criminales de hoy.
Si no, que se lo pregunten a nuestra vecina Sofía, a punto de morir desangrada aquí, cuando su atracador la apuñaló con saña, cuando simplemente regresaba a su casa. Que se lo pregunten a las mujeres que han sufrido el acoso y el intento de violación cuando salían de sus domicilios, muy cerca de aquí. Que se lo pregunten a Encarnita cuando es agredida al regresar a su vivienda, a Carmen y José Miguel cuando les rajaron la cabeza,… y estos son sólo algunos de los últimos vecinos que han sufrido esta violencia, otros muchos de los que estáis aquí, lo vivisteis en años anteriores. Pero es que también estamos hartos de ver como personas que pasean y disfrutan del barrio, son agredidas con saña, poniendo sus vidas en riesgo mayor o menor, especialmente aquellas personas mayores como las alemanas asaltadas hace unos días en la calle Guinea, el matrimonio en Atarazanas, y tantas otras personas que son asaltadas, agredidas, arrastradas, pisoteadas, aporreadas en Carvajales, Nevot, San Gregorio, San José, Zenete, Aljibe Trillo, Alhacaba,… y otras zonas de nuestro barrio.
Y todo esto nos subleva más aún, cuando vemos como la policía llega tarde, o ni siquiera llega; cuando los atracadores son siempre los mismos y se pasean con descaro en nuestras mismas narices; cuando no se adoptan las medidas judiciales suficientes para evitar que pese a las numerosas detenciones sigan en la calle o sean expulsados y regresen a los pocos meses para volver a poner en jaque a todo un barrio.
Quienes habitamos este barrio no podemos permanecer impasibles escarnio al que se nos somete, cual si de un asustaviejas global se tratara y quisiera expulsarnos para dejarlo convertido en un parque temático turístico, que finalmente quedaría despoblado y hundido, como si de una gallina de los huevos de oro se tratara. No somos nosotros denunciando esta situación quien se carga el barrio, sino quienes teniendo los medios permitan que esto siga ocurriendo.
Hoy estamos aquí para manifestar nuestro absoluto rechazo a esta sangría, esos atracos continuos. Estamos aquí para que Sofía, Carmen, Encarnita,… y cualquier persona pueda entrar y salir, pueda pasear por su barrio, pueda salir una noche al cien, al teatro, a un concierto o a tomarse una copa sin tener que venir escoltada. Estamos aquí para reclamar de las autoridades políticas, nacionales, autonómicas o locales, a la policía y a jueces y fiscales que adopten las medidas necesarias para resolver esta injusta situación de desamparo de un conjunto de ciudadanos que tienen unos derechos que no pueden ejercer por culpa de 10 o 15 delincuentes. Si no saben o no pueden resolverlo, que dimitan.
Pero hoy estamos aquí para mostrar nuestro apoyo solidario a quienes han sido víctimas de estos atracos, de esta violencia. Y muy especialmente de Sofía, cuyas heridas casi mortales nos reclaman un grito unánime de ¡basta ya!
¿Acaso tendremos que esperar a que el luto llene nuestras calles para que los responsables pongan las medidas necesarias para acabar con este problema?
Y también estamos aquí para adquirir un firme compromiso: el de que no estamos dispuestos a dejar que nos echen del barrio, que no estamos dispuestos a dejarnos matar en nuestras calles, que estamos dispuestos a salir tantas veces como sea necesario para gritarles ¡fuera! A quienes con su ineficacia o inoperancia permiten que esto no tengan una solución ya.
Queremos un barrio habitable y habitado, donde las personas puedan pasear, disfrutar de sus calles, plazas y rincones, de sus vistas y paisajes, de sus silencios y sus olores; donde cualquiera pueda llegar a su casa sin miedo a ser asaltada, donde podamos ejercer nuestro derecho constitucional a la libre circulación y residencia sin que el temor paralice nuestros pasos. No queremos que nos echen de un barrio que nos ha visto nacer o que hemos elegido para vivir.
Queremos un barrio donde niños, jóvenes o mayores puedan estar en la calle, disfrutar los espacios públicos. No queremos vivir encerrados en un gheto ante el acoso de una banda de atracadores.
Y pro ello reclamamos que el barrio cuente con unas instalaciones policiales fijas y permanentes, como ya el Ayuntamiento ha prometido que va a tener en el edificio municipal del callejón del Gallo, en San Miguel Bajo. Unas instalaciones dotadas con suficientes policías de barrio, con una plantilla permanente y estable que les permita conocer el barrio y sus gentes, conocer sus puntos conflictivos y actuar con diligencia y eficacia. Unas instalaciones que faciliten las denuncias y la atención a los afectados. Una policía que permitiría acabar con tanto incivismo en nuestras calles y plazas.
Pero también reclamamos de nuevo una acción eficaz de jueces y fiscales para evitar la impunidad, para actuar con diligencia, para imponer penas eficaces que ayuden a la labor policial. Si los ciudadanos terminamos sintiéndonos desprotegidos de un sistema político y judicial, la crisis democrática sería gravísima. Por ello reclamamos que se adopten las medias y reformas legales que pudieran ser necesarias para garantizar una convivencia pacífica y democrática de todas las personas que habitamos este barrio y esta ciudad, y de cuantos nos visitan.
Por último pedimos coordinación de todas las administraciones para trabajar en todas las causas que generan este problema y actuando de raíz conseguir una sociedad más justa y un barrio más habitable y seguro.
Foto Granada Hoy
Foto Ideal
En el lugar de la concentración una pancarta reclamaba «un barrio seguro y habitable»
Grupos de vecinos van congregándose en el lugar donde fue apuñalada Sofía.
En la puerta de la Subdelegación
En Gran Vía
La pitada frente a la Subdelegación
Concentrados ante la Subdelegación más de quinientos vecinos reclaman seguridad en el Albayzín