A la capital se le multiplican los pisos turísticos, que el Instituto Nacional de Estadística (INE) cifra en 826 el pasado diciembre. Una cifra, en apariencia, baja, especialmente si se compara con el boom de otras capitales como Málaga, pero que ha crecido considerablemente en la última década, pues al cierre de 2012 en la ciudad de la Alhambra había 223 de estas viviendas, lo que supone un crecimiento del 270%, casi cuatro veces más que hace diez años.
Como el resto de la sociedad, el crecimiento de pisos turísticos experimentó una frenada considerable en 2019, con la irrupción de la pandemia. Así, en diciembre de aquel año el INE contabilizaba 581 apartamentos, mientras que 365 días después solo había 442. Eso sí, con el fin de las restricciones se produjo un efecto rebote y la gráfica con el número de pisos turísticos registró un crecimiento más que notable, pues en 2021 ya eran 637, un 44% más, y volvería a crecer en solo doce meses un 29,6% hasta alcanzar los ya referidos 826.
Aunque menor que en otras ciudades, el crecimiento de los pisos turísticos de la capital se enmarca dentro de una tendencia al alza a nivel andaluz que están viviendo este tipo de alternativas habitacionales, un crecimiento que ha llevado incluso al propio gobierno autonómico a tomar cartas en el asunto y permitir que los ayuntamientos limiten las viviendas con fines turísticos.
Aunque menor, la situación de Granada en cuanto a pisos turísticos sigue un patrón similar al de otros municipios andaluces, es decir, la mayoría se sitúan en las zonas más turísticas o céntricas, que en el caso de la capital englobarían tanto el propio centro como el entorno de la Alhambra. De esta forma, la zona caliente de viviendas turísticas engloba un área algo difusa, que comienza en Solarillo de Gracia y se extiende hasta el Palacio de Congresos, para subir después hasta la sierra, regresando después hasta el centro e incluyendo incluso zonas más universitarias, como Cartuja.
Dentro de este área, la zona que rodea a la Catedral es la que tiene mayor densidad de viviendas turísticas, con un total de 174 según la información del Instituto Nacional de Estadística, que también informa de que hay 1.273 personas censadas en esta ‘porción’ de la capital. Dos cifras que dejan bien a las claras que Granada se encuentra en una situación relativamente mejor que otras provincias, como Málaga, donde su centro registra más viviendas turísticas que habitantes censados.
Al mismo tiempo, aunque esta sería la zona con mayor afluencia de viviendas turísticas, dentro de ella también hay notables diferencias. Así, en la propia Cartuja, se contabilizan unas veintena de viviendas, mientras que a pocos metros, en los alrededores de Calle Elvira, Acera del Darro o Paseo de los Tristes, cada sección censal acumula más de un centenar de este tipo de viviendas, según la información facilitada por el INE.
Junto a este área, como un planeta con sus satélites, orbita una serie de zonas con menor número de pisos y que incluiría zonas como Fuente Nueva, el Monasterio de San Gerónimo o el Paseo del Salón, donde el número de viviendas rara vez pasa de la decena.
A partir de ahí, a medida que uno se aleja del centro, el número de viviendas cae notablemente, con áreas con apenas un par de viviendas turísticas.
Como es lógico, las zonas con mayor número de pisos turísticos son también las que presentan una mayor proporción con las viviendas normales. Esto no es ninguna sorpresa, pero sí que permite comprender un poco mejor la situación en que este tipo de alternativa habitacional se encuentra en Granada, donde, en el mejor de los casos las viviendas turísticas apenas suponen un 2% respecto a las que no están disponibles para alquiler, mientras que en zonas como Málaga, este porcentaje supera el 10%, especialmente en los alrededores de la playa.
