[PRENSA] Comienza la ambiciosa reforma de la Cuesta de la Alhacaba del Albaicín
Se invertirán 1,2 millones de euros para cambiar el empedrado y modernizar, entre otras cosas, los sistemas de saneamiento.
Son las nueve y media de la mañana. Una suave niebla le da al original paisaje del Albaicín un toque mágico, como sacado de un viejo cuento oriental. Pero la postal se desvanece al instante en cuanto llegan dos grandes camiones, que hacen una estruendosa aparición en escena. Adiós al cuento. Varios operarios de chaleco reflectante y casco blanco se bajan de los vehículos y apilan vallas en el suelo.
Estos son los cortes de tráfico que provocarán las obras en Cuesta Alhacaba
Estamos en la placeta de la Merced. Allí, un cartel anuncia el inicio de las obras de acondicionamiento de este lugar y de la Cuesta de Alhacaba. Son 1,2 millones de euros con los que se pretende remodelar esta arteria que recorre casi de punta a cabo el histórico barrio granadino. El 80% del dinero vendrá de Europa. Mientras los operarios vuelven a subirse a los camiones, compañeros suyos, algo más arriba, cortan el tráfico a la altura de Cruz de Arqueros.
Es obligatorio para que puedan pasar las máquinas al otro extremo de la calle, donde se ha previsto el inicio de las actuaciones, que se ejecutarán por fases para no causar demasiadas molestias al vecindario. «Es una calle complicada», reconoce uno de los trabajadores, que le da paso a una furgoneta municipal. Y cuando lo hace, continúa hablando: «Pero, vamos, que en sus tiempos se hizo y no tenían tantos medios como tenemos ahora, así que…», señala a la vez que se ve bajar a dos grúas que cargan con dos coches mal aparcados. Estaban en una esquina y obstaculizaban el inicio de las obras, cuenta el operario, que una vez cortado el tráfico se va caminando por la empinada cuesta en dirección a plaza Larga, donde va a comenzar todo.
En el recorrido se puede ver los problemas que tiene actualmente la calle. El empedrado está destrozado en muchas partes: está desnivelado, hay muchos baches y algunos tramos de acera son prácticamente inaccesibles a personas con problemas de movilidad. Además, las redes de abastecimiento, saneamiento y alumbrado están caducas; por lo que se aprovecharan las obras para modernizarlas.
En Plaza Larga
En Plaza Larga hay una expectación tremenda. También hay un buen lío entre las obras, los turistas o los vendedores ambulantes y los comercios de la zona. Todo en el Albaicín es angosto y sin embargo muy concurrido. Las obras se prolongarán por nueve meses y aunque los vecinos y comerciantes temen el embrollo de tener excavadoras en la puerta de sus negocios, allí no hay nadie que no crea que las obras sean una tontería. «Yo es que ya no bajo por la cuesta, sobre todo cuando llueve. Un día me pegué tres resbalones y le he cogido miedo», cuenta un hombre mayor que lleva bastón y anda a duras penas. Está frente a la valla que se encuentra en primera línea de obra.
Las obras, que se prolongarán por nueve meses, se ejecutarán por tramos para tratar de minimizar las molestias a un vecindario al que le explicarán el proyecto el miércoles
Allí hay otra señora que también pide que arreglen la calle Larga. Lo repite insistentemente a ver si el conductor de la excavadora le hace caso. Pero no le oye, pues está picando el suelo. Aunque el inicio de la intervención estaba previsto para el lunes, no ha sido hasta este martes cuando la excavadora ha empezado a trabajar. El primer tramo en el que se actuará de los cinco que se han planificado discurre entre Plaza Larga y la Placeta de la Almona. Y así se irá bajando hasta el mítico Cebolla Palace.
En el barrio hay cachondeo con eso, también con lo de picar piedra con todo el frío que hace en enero. En mitad de la tertulia, de repente llega un camioncito a este lugar y se las ve y se las desea para descargarle productos a los bares de la zona, que ya están con los desayunos. Alrededor hay cajas de fruta en la calle, en la plaza o en las aceras, también grupitos de turistas madrugadores y, cómo no, los vecinos de toda la vida, divertidos por las novedades que ha traído la mañana.
El miércoles el Ayuntamiento tiene previsto explicar allí de qué van las obras y qué pasará con los accesos a las cocheras mientras estas se terminan. La Cuesta, salvo en su extremo junto a Plaza Larga, se ha quedado completamente vacía de vida. Los cortes han hecho su efecto. Ni siquiera queda niebla ya. A partir de ahora solo los residentes con sus coches podrán pasar por esta vieja cuesta empedrada, que espera poder recuperar el esplendor que un día tuvo.
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