[PRENSA] Pesadilla en las cocinas de cuatro bares de Granada, uno en una típica placeta del Albayzín: verduras podridas o congelados pasados de fecha
Salvo despertar el apetito, esta información puede causar reacciones de todo tipo. Y no precisamente agradables. Carne en mal estado, congelados pasados de fecha (o sin ella), salsas caducadas o carentes de cualquier dato sobre su elaboración, verduras podridas o platos preparados listos… para tirarlos a la basura.
Esta es, en esencia, la mercancía que requisaron las policías Nacional y Local en una redada conjunta que llevaron a cabo los pasados días 23 y 24 de noviembre en tres barrios de Granada para controlar el funcionamiento de los establecimientos de hostelería de la ciudad.
Tres de los negocios denunciados, y clausurados, están ubicados en zonas eminentemente turísticas de la capital. En este sentido, uno de ellos está ubicado en una típica placeta del Albaicín y otros dos, en el Realejo, en pleno corazón histórico de Granada. El cuarto está situado en el Zaidín.
El resultado de los controles, que comenzaron a las ocho de la tarde del día 23 y terminaron a las seis de la madrugada del 24, fue ‘abultado’: una tonelada y media de alimentos en pésimo estado de conservación. Los datos sobre la caducidad de los productos no figuraban por ninguna parte o se había superado de largo, según informaron fuentes oficiales de la guardia municipal. También faltaba la información sobre los ingredientes utilizados o había género que sencillamente ya estaba putrefacto. Un paisaje muy similar al que se ve en los restaurantes que aparecen en el programa ‘Pesadilla en la cocina’ que presenta el chef Alberto Chicote.
Los alimentos confiscados fueron recogidos por Inagra, la empresa concesionaria de la limpieza de la capital, que procedió a su destrucción,
Los restaurantes en cuestión fueron cerrados por orden de las autoridades municipales y no podrán volver a elaborar y vender comida hasta que no reciban el visto bueno sanitario.
Este tipo de conductas, además de la clausura cautelar de los locales, conllevan una sanción que pude llegar hasta los 15.000 euros en los casos en que las irregularidades sean muy graves.
El Ayuntamiento de Granada realiza con regularidad este tipo de inspecciones para proteger a los consumidores. En la mayor parte de los casos, las condiciones higiénicas de los negocios son buenas, pero siempre hay excepciones.
Se da la circunstancia de que en la comitiva de la última redada también había inspectores de Trabajo para detectar posibles incumplimientos de la legislación laboral. De hecho, levantaron cuatro actas en distintos bares porque los propietarios no mostraron los contratos de varios trabajadores.
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