Los okupas se colaron en la vivienda tras saber que el dueño estaba hospitalizado y le han dejado el inmueble destrozado.
Los okupas de un piso del portal 4, primera planta, de la albaicinera calle San José Alta aprovecharon la hospitalización del dueño de la vivienda para darle una patada a la puerta y colarse dentro. En estos dos meses le han generado desperfectos muy importantes en el interior del inmueble: paredes con grafitis, ventanas rotas, la puerta de entrada forzada, basura por todos lados, heces y orines por las distintas habitaciones, entre otros destrozos. Un desastre.
«El hermano del dueño de la vivienda ha pagado 400 euros de recibos de luz y agua por los dos meses que han tenido la vivienda okupada», advierte Carlos Yagüe, allegado de la familia y portavoz vecinal, así como miembro de distintos colectivos sociales del Albaicín.
Los vecinos del edificio y de otras casas aledañas se movilizaron el pasado viernes después de comprobar que habían destrozado la puerta de entrada de esta vivienda. Se hicieron fuertes y decidieron llamar a la Policía Nacional para que los okupas no pudieran volver a entrar en la vivienda. «Por allí no aparecieron ese viernes y ya el hermano del dueño se ha hecho cargo de la vivienda. Lo vergonzoso es que se hayan aprovechado de la enfermedad del dueño para ocupar y destrozar la vivienda», explica Yagüe.
Dos meses
El propietario del piso okupado sigue hospitalizado y ajeno a lo ocurrido en su vivienda. Cuando los vecinos entraron el pasado viernes para tomar fotografías en aras de denunciar lo ocurrido, no dieron crédito a lo que veían. «Estos okupas han estado dos meses dentro de la vivienda, estaba todo lleno de basura, con paredes pintadas con grafitis y otros muchos destrozos», advierte el portavoz vecinal consultado.
Además de los destrozos en la vivienda, los okupas han tirado a la basura, según Carlos Yagüe, las pertenencias del propietario del inmueble como ropas, zapatos, toallas y demás enseres. «También han destrozado los colchones, la cocina y los cuartos de baño de la vivienda. No hay derecho a que pasen estas cosas y estos daños no pueden quedar inmunes».
Policía Nacional estuvo el pasado viernes en este inmueble y pudieron comprobar el mal estado en el que se encontraba. Los tres okupas de la vivienda, dos varones y una mujer, no han vuelto a aparecer, pero están identificados. El hermano del propietario del inmueble ha cambiado la cerradura de la puerta y se ha hecho cargo de todos los desperfectos causados por los okupas en estos dos meses, incluido el abono de los recibos por importe de 400 euros de luz y el agua.
