PRENSA: La muralla zirí renace
El Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Granada renuevan el compromiso para recuperar la cerca y abrirla a las visitas mediante un paseo lineal.
Una zanja en un jardín descuidado puede no decir mucho. Sin embargo, si el agujero está en los aledaños de la Puerta Monaita, uno de los accesos más antiguos de Granada, puede revelar detalles inesperados y aportar una visión nueva de la historia de la ciudad.
Hasta ahora se pensaba que la muralla que defiende el frente norte del Albaicín fue construida por la dinastía zirí después de la Fitna, la guerra civil que puso fin al Califato de Córdoba. El dato es cierto, pero no completo. Las excavaciones iniciadas hace mes y medio al calor de los trabajos de recuperación de los paños impulsados por el Ayuntamiento de Granada y el Ministerio de Cultura revelan, sin embargo, que no hay una cerca sino dos y que parte corresponde a un periodo posterior, el de los almorávides.
Las prospecciones que se están realizando en el área comprendida entre Monaita, Dar al-Horra y el Carmen de la Fundación AguaGranada muestran que el más antiguo de los paños, que se atribuye al fundador de la taifa Zawi ben Ziri, fortaleció las defensas romanovisigóticas anteriores. Se empleó un sistema constructivo basado en el mortero de cal que era «más robusto y costeado en términos económico», según los arqueólogos.
Los reyes taifas pronto se dieron cuenta de que hacía falta un refuerzo. Esa cerca fue protegida por una antemuralla aún mayor que es la que tradicionalmente se había asociado a los ziríes y ahora se adscribe también a los almorávides. La pista la ofrecen las torres de planta circular que tiene adosadas, un modelo constructivo más propio de esa época..
Junto a la puerta, ambos paños vuelven a adivinarse después de siglos. El empleo de la zona como escombrera hizo que el área se colmatara de materiales –«ladrillos y componentes cerámicos muy destruidos»– que han permitido conservar en excelente estado la cinta más antigua.
Los restos que se advierten a través de la zanja así lo atestiguan. Los arqueólogos han sacado a la luz un tramo importante del muro y una de las torres que conservan, al contrario que las conocidas hasta ahora, sus cubiertas. El núcleo interno de cal y canto está aún protegido por sus revestimientos, lo que permite contemplar las murallas casi como se encontraban en época antigua.
Las excavaciones están aún lejos de completarse. Los trabajos deben continuar en dirección este, hasta la trasera de la Fundación AguaGranada, donde ya se localizaron previamente restos de la época y hay un remonte importante. Otros misterios deben resolverse en paralelo. El principal es el uso que pudo tener el espacio entre ambas cercas, un área que también se colmató de materiales y del que los arqueólogos quieren conocer si se empleó como foso o con otro propósito.
El proceso se espera que culmine en los próximos meses, lo que permitirá al Consistorio definir el proyecto para abrir al público la zona. La idea con la que trabajan las administraciones es que todos estos restos se saquen a la luz y se consoliden para permitir su visita. Así lo destacaron tanto el alcalde de Granada, Paco Cuenca, como la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro, quienes visitaron la zona junto a representantes del Ministerio de Cultura para reafirmar el compromiso de las dos instituciones para recuperar las viejas murallas de la ciudad.
Paseo lineal
El regidor hizo público su interés por erigir un paseo lineal que permita recorrer el entorno e, incluso, caminar por el adarve. La idea, que supondría la puesta en valor de casi un kilómetro de muralla, «permitiría que tanto turistas como granadinos puedan entrar por Puerta de Monaita y discurrir hasta llegar a la Torre de las Tres Caras». «De esa forma, en un espacio de un enorme valor mundial, la ciudad tendría un atractivo añadido y podría disfrutar de una nueva oferta cultural única», aseguró.
Por su parte, la subdelegada ratificó el «compromiso» con unas obras en las que el Ministerio lleva invertidos unos 3,5 millones de desde 2017 y que se verán continuadas con la próxima licitación de la consolidación del tramo del Carmen de la Muralla y del Torreón de Veredillas de San Agustín, con una inversión de algo más de un millón de euros.
Mientras llega el dinero y se ejecuta el proyecto, las excavaciones continúan en una labor que ya está dando preciosos frutos a los investigadores.
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