Los sonidos melancólicos de un violonchelo se alzaron sobre los árboles y enredaderas del Carmen del Aljibe del Rey. La música de Bach llevaba implícito el recuerdo del periodista granadino Tico Medina, fallecido el pasado 5 de julio.
El preludio de la Suite número 6 para violonchelo solo, de Johan Sebastian Bach, fue el inicio del tradicional Concierto de Otoño que celebra la Fundación AguaGranada para conmemorar la entrada de la estación de las hojas rojas y los bosques encantados, que este año contó con el trío del Conservatorio de Música y Danza de Granada, formado por Álvaro Peregrina, violonchelo; Héctor Márquez, piano y el tenor Álvaro Gallegos. El primer concierto del nuevo curso en los jardines del Aljibe del Rey fue dedicado por el director de la Fundación AguaGranada, Sebastián Pérez, al periodista fallecido al inicio del verano, del que indicó que había sido uno de los grandes impulsores de Fundación, que quería que Granada contase con una institución que recogiese y divulgara el patrimonio artístico y natural de la ciudad y su provincia, con una especial significación en los jóvenes valores de las artes. «Objetivos que fueron los marcados por la Reina Sofía cuando inauguró el Carmen del Aljibe del Rey como sede de la Fundación», recordó Sebastián Pérez.
Con el inicio del crepúsculo Álvaro Peregrina, en solitario, dejó claro que los sonidos de esa tarde en el Albaicín, en el día del patrón del barrio, debían trasmitir serenidad y calma. Sonidos de Bach a los que siguieron las notas de Camille Saint-Saëns, con su obra, El Cisne, del Carnaval de los Animales. Una sonata para violonchelo y piano de Shostakovich, incorporó la presencia del pianista Héctor Márquez, director de Actividades Artísticas del Conservatorio Victoria Eugenia de Granada y director del Coro Ciudad de Granada. El canto formó parte fundamental de este Concierto de Otoño con la voz del tenor Álvaro Gallegos.
